Votar
en blanco otra vez sería lo que queda por hacer si no aparece un candidato
que entienda que no se puede planificar una ciudad, que
crece tanto y tan rápido como Cali, con alcaldes con propuestas populistas e
improvisadas que además cambian cada cuatro años elegidos por una minoría a
base de descarado clientelismo y mermelada, pues la mayoría se abstiene
irresponsablemente. De acuerdo con el
artículo 9 del Acto Legislativo 01 de 2009: "Deberá repetirse por una sola
vez la votación […] cuando del total de los votos válidos, los votos en blanco
constituyan la mayoría [y] no podrán presentarse los mismos candidatos…".
Cali precisa con urgencia un candidato que de verdad
valore cuáles son sus verdaderas posibilidades de hacer algo de verdad
importante por su ciudad, y que en consecuencia impulse una consulta popular para
un plan básico y regional pensado a largo plazo, que establezca los principales
parámetros de todos los proyectos posteriores a realizar para llevarlo a cabo.
Tanto urbano-arquitectónicos, como económicos, sociales, educativos,
culturales, y otros que sean pertinentes, los que el Concejo se encargaría de
hacer cumplir a los siguientes alcaldes, y de hacerle periódicamente a dicho
plan las correcciones, ampliaciones y precisiones necesarias.
Un candidato que entienda que lo que falta en Cali es
orden a todos los niveles y en todos los aspectos, y que se centre en una
planificación que se piense a partir de considerar además de un posible
terremoto o la ruptura del jarillón, en el cambio climático generado por la
sobrepoblación, el consumismo y el despilfarro. Como lo señala Javier
Martín-Chivelet, “una persona necesita, para desarrollar su vida normal, cuatro
veces más energía que una del siglo XIX […] una amenaza inexorable que debemos
afrontar de forma colectiva y pensando en el mediano plazo” (Memorias de un clima cambiante, 2016,
pp.126 y 127), y cada vez hay menos tiempo para hacerlo.
Ya hay una propuesta que busca el perdido orden urbano
de esta ciudad, pues lo tuvo, realizada por un grupo de profesionales adjunto a
la Sociedad de Mejoras Públicas, denominada “Un nuevo eje urbano y regional
para Cali”. Y por otro lado, otro grupo de profesionales está empeñado en un Grupo
de Pensamiento que se ocupe de hacer propuestas iniciales para los otros temas
planteados, y de la conformación de un Movimiento Cívico que apoye la idea
sugerida arriba de encontrar un candidato que se le mida a someter dicho Plan
Básico Regional a los ciudadanos, para lo cual está realizando reuniones con
todos los candidatos.
Posiblemente a muchos lectores les parezca una utopía
pero pasan por alto que estas siempre son muy ilustrativas; algo irrealizable, pasando
por alto que la búsqueda de la perfección nos puede hacer la realidad mucho
mejor. Una meta en el horizonte que se aleja a medida
que nos acercamos a ellas, diría Eduardo Galeano (Me caí del mundo y no sé cómo entrar,
2010) pero sin perder de vista que conforma un solo
propósito mirando al futuro a partir de su pasado y a pesar del desorden
presente, que de contera buscan mejorar ahora y aquí, pues la “búsqueda de la
perfección, nos puede hacer la realidad mucho mejor”.
Cómo lo sería tener que votar en blanco.
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