Si bien ocasionalmente las teleconferencias son muy útiles, pretender que todas las clases a distancia lo sean es pasar por alto que en estas se pierde la espontaneidad, el lenguaje corporal; y con mayor razón cuando se trata de la enseñanza/aprendizaje de un oficio o de aprender a interpretar un instrumento y, por otro lado, el intercambio social dentro y fuera de clase es irremplazable. En lugar de precipitadamente creer que la educación virtual es un progreso, mejor pensar en cómo se podrían resolver su implementación parcial, comenzando porque muchos estudiantes no disponen de internet o de los equipos para acceder a ella, ni mucho menos de los espacios apropiados en sus casas. Las conferencias, ya sean a distancia o presenciales, desde luego son necesarias ya que permiten que más estudiantes escuchen a los más reconocidos estudiosos de un tema, pero deben estar intercaladas con debates sobre las mismas en pequeños grupos dirigidos por profesores de planta; y por supuesto son mucho