En el cartel, de media página a color, aparece la
planta del apartamento tipo con las dimensiones de los espacios tan pequeñas
que casi no se ven, pero lo que salta a la vista es que estos son casi todos
muy amplios. Sin embargo la cifra con los metros cuadrados “privados” es, o
debería serlo, evidentemente baja para uno de tres alcobas. El caso es que los
muebles están dibujados más pequeños para que los esos si pequeños espacios del
apartamento se vean amplios. Será que creen que sus posibles compradores son
idiotas, o estos lo serán o sencillamente en este país corrupto no les importa.
Lo que si les debería importar es si la construcción del edificio también
contiene mentiras, que lo ponen en riesgo de colapso.
Por
otro lado, el conjunto que pretenden vender con un fotomontaje engañoso muestra
tres edificios idénticos, cada uno, como se puede deducir, con veinticuatro o
más apartamentos idénticos también, pues la planta del edificio no está y ni
siquiera la de su punto fijo (ascensor y escalera) y por lo tanto si tiene solo
un ascensor y no dos como es lo recomendable en edificios de más de cinco
pisos, y más si tienen once o doce y son dos o más por piso. Y el paisaje
natural de fondo da risa pues solo se podría admirar desde un edificio el doble
de alto, por encima de la barrera de edificios igualiticos que hay entre la
cordillera al fondo y los apartamentos en venta.
Y por
supuesto el diseño es pésimo. Abriendo la puerta queda a la vista el inodoro
del baño “social” y unos pasos más adelante la zona de “oficios”, y desde la
sala se ve al fondo, a través del
“family room” el inodoro del baño de las alcobas cuando esté abierto; el
“vestier” de la alcoba principal es oscuro, como los igualmente el estrecho
corredor que lleva a ellas; y en el balcón no cabe una meza de verdad, y no hay
ninguna protección en las ventanas para el sol ni hay circulación cruzada de
aire. No hay ejes estructurales claros y continuos y nada se sabe del garaje ni
de la entrada ni, peor aún, de la estructura vertical; y desde luego el
apartamento es un desabrido emparedado entre dos losas horizontales.
Se
supone que todo lo anterior se lo aclaran al comprador en los lugares de venta
convincentes vendedoras incluso mostrándole un prototipo, o este podrá
inferirlo si tiene la precaución de consultarlo con un profesional familiar o
conocido considerando que va a adquirir un costoso bien, igual que se hacen
segundas consultas en asuntos legales o de salud. Así las cosas, cabe
preguntarse si se trata sólo de propaganda engañosa, y no faltarán los que
apenas la encontrarán ingenua, o un fraude que raya en lo criminal porque así
como se miente en la representación de la planta se puede estar engañando en
todo lo demás “sin querer queriendo”.
Pero el punto es que esta repetida propaganda engañosa
parece que no le importara a nadie, comenzando por los potenciales compradores,
los publicistas, los medios que la publican, las curadurías urbanas y
Planeación Municipal. Pero tampoco se dan por enterados los gremios
profesionales involucrados, entre ellos el Consejo Profesional de Arquitectura,
la Sociedad Colombiana de Ingenieros, y la Sociedad Colombiana de Arquitectos,
los que tienen la palabra en cuanto ética profesional, ya que el caso es que el
problema urbano arquitectónico en Colombia tiene mucho que ver con la total
falta de ética en su manejo a todos los niveles.
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