A pedido
de su curador en esta ocasión, el conocido arquitecto holandés y premio
Pritzker, Rem Koolhaas, 19 países indagaron sobre la anulación de las
"características nacionales" a favor de un lenguaje universal. Bajo
el lema Fundamentals, se propone indagar en las contradicciones de un
siglo identificado con la pérdida de "lo nacional" y la expansión de
la globalización, y pretende dar una visión del pasado, presente y futuro de la arquitectura en el mundo (ElNuevoSiglo.co, 05/06/ 2014 - 1:09PM).
Como él
dice, todos los países se han visto obligados a acomodarse a las condiciones
dictadas por el desarrollo mundial, buscando su modernización. Y sobre todo en
los más dependientes culturalmente, junto con las tradiciones se ignoraron
climas, topografías y paisajes, como por ejemplo en Colombia. En sus climas
tropicales calientes y templados se hacen construcciones imitando las Bogotá y
en la capital pretenden desde hace dos siglos que al menos su imagen sea
europeas, e incluso se traen directamente arquitectos de allá.
Sistemáticamente
se ignora aquí el crucial papel que juegan sus altas montañas en las que están
recostadas muchas de nuestras ciudades y poblaciones, en su paisaje urbano.
Igualmente se abandonaron nuestras tradiciones constructivas, arquitectónicas y
urbanas. Como el uso de la tierra cruda en muros de tapia pisada o de
adobes, cuya versión moderna de bloques
macizos de “suelo cemento” o de hormigón con huecos rellenados con tierra
apisonada, incomprensiblemente no se ha generalizado (http://cihe.com.ar/construccion-con-tierra-no4/).
También
se abandonaron patios, corredores y cubiertas inclinadas, pese a que Rogelio
Salmona, nuestro más importante arquitecto, los usó reiteradamente. La casa de
tradición colonial, entre medianeras y de patios y solar, dio paso a la villa
exenta en medio de jardines perimetrales. Las calles perdieron sus paramentos
continuos y los aleros que las limitaban contra el cielo, el que se llenó
indiscriminadamente de “torres”. Pero se mantuvieron sus estrechas aceras y hoy
nuestras ciudades carecen de verdaderos andenes, indispensables cuando sus
calzadas fueron invadidas por los carros. Todo para “modernizar” su
arquitectura.
Pero
ahora, después de varias ediciones dedicadas a lo contemporáneo, la Bienal de
este año indaga –precisamente- sobre el pasado inmediato de la arquitectura e
imagina su futuro. “No he querido concentrarme en la arquitectura del presente
sino indagar su pasado y su futuro […] estudiar sobre cómo absorbe los golpes
de la historia" dice Koolhaas. En total 65 países, entre ellos 11 por
primera vez como Costa Rica, República Dominicana, Costa de Marfil, Turquía,
Marruecos y Kenia, participan en el certamen, uno de los más importantes a
nivel mundial.
Ojalá en Colombia los estudiantes de arquitectura y
sus profesores se enteren de este cambio de orientación, y comiencen a valorar sin
complejos la obra de Salmona y la de los pocos que han seguido su compromiso
con nuestras ciudades y ciudadanos. Lamentablemente los que aun venden
arquitectura espectáculo ya se deben estar aprestando para imitar ahora la moda
que finalmente venga. El caso es que lo fundamental en la arquitectura es un
asunto ético tanto en su emplazamiento, función y construcción, como finalmente
en su estética.
Comentarios
Publicar un comentario