“¿Qué está haciendo usted para salvar
al planeta? “Preguntaba muy
pertinentemente Guillermo
E. Ulloa Tenorio en
Caliescribe.com el 13/10/2018. Sencillamente piense que si lo poco que usted
puede hacer se multiplica por los 7.657.050.385 (y contando) habitantes del
planeta sería mucho, o sea que vale la pena intentarlo y por lo menos
tranquilizar su conciencia y hasta puede ser divertido y por supuesto
económicamente favorable. Y, si de verdad piensa responsablemente en el futuro
que lo más probable les espera a sus hijos, tenga menos, ya que serán ellos los
que sufrirán las consecuencias de que sus padres no hagan nada.
Por lo
pronto consuma menos agua y energía eléctrica, menos combustibles de origen
fósil y genere menos basuras. Basta con poner válvulas de doble descarga en sus
inodoros, usar el agua de las lluvias para lavarlos, regar matas y lavar pisos
y carros, y cuando pueda cambie su carro por uno eléctrico cuando su costo,
cada vez menos, se lo permita. Trate de hacer todas sus labores de día para no
tener que usar luz eléctrica y recicle sus desperdicios orgánicos para elaborar
abono para su jardín, se puede hacer en un par de materas en un balcón, y hasta
lo puede vender a los vecinos o a un supermercado.
Use mas
todo lo que ya usa y cuando ya no sirva reutilícelo para otra cosas, o
renuévelo para lo mismo o con otro fin, y cuando no se le ocurra nada más pues recíclelo;
por ejemplo un olla de barro (la mejor para hacer sancocho), que ya vieja se
usa para una matera y que cuando se rompe se la acaba de romper para hacer
grava para un alcorque (un espacio cuadrado o redondo semiduro para un árbol)
en alguna zona dura del jardín dentro del cual se siembra la mata que ya no
cabía u otra, claro, y al final la olla de barro será más tierra no como los
plásticos que no son biodegradables por muchos siglos más.
Comparta mas todo lo que pueda compartir pero sobre
todo lo que se debe compartir; por ejemplo los andenes, calles y medios de
transporte; por ejemplo facilitando con su mejor comportamiento en el espacio
urbano público que más gente se anime a caminar, o a usar más la bicicleta, las
bicicletas y motos eléctricas, usar mucho más el trasporte público y los taxis,
que es una manera de compartir los carros, o sencillamente alquilar estos
cuando se necesiten con la ventaja de que puede escoger el más apropiado para
cada ocasión. En lo posible viva cerca de su trabajo o acérquelo a donde vive,
incluso a su casa misma…como antes.
No se
deje engañar con los objetos de evidente obsolescencia programada o inducida
por la publicidad engañosa, o por la simple moda, la que, recuerde, es el buen
gusto de los idiotas, como esos que a pleno sol mantiene la visera de la cachucha
hacia atrás, como es “in”, mientras
se cubren los ojos con la mano y fruncen la cara. Finalmente piense a que se
debe que no se esté haciendo lo suficiente para salvar el planeta, o porque
cree que no vale la pena que usted haga algo. Pero mientras tanto lo menos que
puede hacer por los demás y por usted y sus hijos es difundir estas
preocupaciones, y abrir el debate a los que más pueda.
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