Andenes, bicicletas, motos, buses y trenes por el
Corredor Férreo es la única y verdadera solución a la movilidad de los caleños.
Y por lo contrario hay que esperar que la ciudad no se mueva mucho y vaya y se
rompa el jarillón del río Cauca, que como denuncia Gustavo Moreno insisten en
Bogotá en que siga invadido (El País, 29/06/2015).
Por
su parte, Fabio Martínez señala cómo la situación del transporte masivo es
crítica en cada ciudad, con sus buses, 'zorras' y 'motoratones', y cómo cada
una tiene sus especificidades (El Tiempo, Bogotá 28/06/2015/ 3:53 a.m.),
asuntos en los que Carlos Gonzales ha insistido en sus columnas en la revista
Dinero y en El País. Con paciencia e insistencia algo germinará pero el problema es que el agua también se está
acabando.
Ya decía Sócrates que “sólo hay un bien: el conocimiento y sólo hay un mal: la ignorancia”. En Cali
insisten en ignorar que en las mejores ciudades del mundo sus sistemas
integrados de transporte público operan bajo una sola autoridad independiente
de los alcaldes de turno, y que lo hacen a partir de integrar andenes, bicicletas, motos, buses y
trenes. Y que los carros particulares serán cada vez menos, más pequeños,
eléctricos y de alquilar.
En 2014 había en el mundo cerca 180
sistemas de metro en 55 países diferentes. El primero, el de Londres, fue inaugurado en 1863; el de Nueva York tiene el mayor número de estaciones; y el de Dubái es el sistema sin conductor más largo del mundo, y se
extiende 75 km en dos líneas (<https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Sistemas_de_metro>). Y por supuesto el de París es el mejor y más
completo, además de estar en “la ciudad luz”, claro.
Es inaudito que haya que seguir diciendo que la movilidad
de los ciudadanos en cada ciudad empieza y termina caminando por sus andenes.
Que cada vez habrá más bicicletas. Que mientras no se cuente con un buen
transporte público habrá en Cali más motocicletas pues son mucho más económicas
y rápidas. Que los buses tradicionales deben
ser parte del sistema. Que no es posible que el MIO transporte a todo el
mundo y sobretodo que no sería nada deseable depender de un solo sistema, y
menos si es operado todo por particulares.
Y, finalmente, hay que repetir que es urgente retomar el
proyecto del tren ligero de hace 15 años, descartado para implementar primero
los buses articulados, que han debido venir después. El ahora llamado tren de
cercanías, de Jamundí a Yumbo, o el elevado que propone Juan Marchant, o ambos,
es inaplazable pues es la columna vertebral del área metropolitana que de hecho
conforma Cali con esos municipios vecinos al sur y norte.
Por ese ancho corredor férreo, a nivel, casi recto, por
la mitad de la ciudad actual y propiedad del Estado, debería ir además una
verdadera autopista urbana, el par vial de las calles 25-26; sendas ciclo vías
a cada lado, y amplísimos andenes arborizados, como tanto se ha repetido esta
columna, con medidas y todo.
Todo en medio de parques y zonas verdes unidos por la
alameda (paseo con árboles
de cualquier clase, como la define el DRAE) más larga
del mundo a base de enormes samanes, que reemplazaría las muy bellas que tuvo
la ciudad y que fueron eliminadas una a una para dar (inútilmente) paso a los
carros. Eso sí hablaría bien de Cali.
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