El cruce del nuevo eje
vial entre Yumbo y
Jamundí, prolongable a Santander de Quilichao y Pereira, propuesto
por un grupo de profesionales adjunto a la SMP, a lo
largo de la vieja vía férrea, con el par vial de la Av. Colombia y la Cl. 4º
Oeste, a lado y lado del rió Cali, continuado por la Cr, 1º, y sus
prolongaciones a Palmira al este y Buenaventura al oeste, a la altura de la
Estación y el Terminal de buses interurbanos, sería el cruce vial más
importante de Cali.
Y, como ya se ha sugerido en este espacio y en
¿Ciudad? de El País, en las viejas instalaciones de la Licorera podría haber un
centro regional de espectáculos, con hoteles, unido al centro histórico de la
ciudad por el par vial del río Cali, y con las bodegas
del ferrocarril y Molinos Titán, con sus ignoradas posibilidades, y con la Base
Aérea, pensada, con lago y todo, como el gran parque de Cali y su región. Y
convertir el Cementerio Central en un espacio de esparcimiento, como en las
grandes ciudades.
Sería
el centro geográfico y simbólico de Cali, de su área metropolitana de hecho, y del sistema de ciudades del valle del río Cauca, de gran importancia para que no se concentre más su población en Cali. Y se conformaría un distrito central ampliado,
incluyendo el Centro tradicional, aprovechando lo de la creación de
“localidades” de su nueva condición de Distrito Especial, tan mal concebido y
tan parcialmente analizado, ya que su aspecto territorial, urbano y
arquitectónico se suele menospreciar.
Junto
con un transporte público integrado (tren, buses, taxis, autos, motos, bicicletas,
peatones) a lo largo del eje vial propuesto, necesario
debido al cambio climático. El tren
de cercanías por una vía férrea doble, rápido entre municipios y lento
en el perímetro urbano, y estaciones en cada uno de los principales cruces con
el nuevo eje vial, que permitan conexiones transversales con la ciudad mediante
buses de plataforma baja desde sencillos paraderos, y con tarifas según
recorrido y una tarjeta única.
Y la autopista urbana propuesta debe tener peaje
automático y dos calzadas de tres carriles cada una,
con entradas y
salidas al par vial de las calles 25 y 26, también
de tres carriles cada
una, antes y después de los principales cruces transversales sobre el nuevo eje
vial. Y amplios y llanos andenes arborizados y una
ciclovía de doble sentido a cada lado, junto con una pertinente asignación de usos
del suelo en las manzanas aledañas ya que a su largo
hay muchos lotes y construcciones abandonadas.
Al lado de las principales
vías que cruzan el corredor habrá estaciones del tren de cercanías y se
ampliarían los andenes de los puentes actuales; o junto a los pasos que habría
que construir por debajo de las vías, según la topografía; o a nivel hundiendo
la autopista urbana. Y quedan entre el corredor
férreo propiamente dicho y las otras vías propuestas, varias y amplias zonas
verdes lineales y algunas, como en las dos muy amplias curvas del recorrido, las
que permiten conformar verdaderos parques.
Igual
se proponen varias centralidades peatonales, con
centros comerciales, escuelas, colegios, centros deportivos y gubernamentales.
Y acompañar
el nuevo eje vial con construcciones de tres pisos
conformando una plataforma común y con pórtico, sobre la cual podrá haber
torres retrocedidas y aisladas de diferentes alturas según cada sector. Y en
las manzanas aledañas, hoy medio desocupadas, hacer vivienda y oficinas en
altura que no cortarían las brisas ni las vistas hacia o desde la cordillera.
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