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Mostrando entradas de abril, 2022

Arquitectura ajena. 30.04.2022

  Los seres humanos, a diferencia de todos los otros animales en estado natural, viven en un hábitat cada vez más artificial; en ciudades, viviendas y demás espacios para el trabajo, la educación, el comercio, la recreación y el gobierno. En todos estos espacios el percibir su arquitectura es inevitable para todos sus usuarios casi la totalidad del tiempo, y de ahí que al igual que se denomina a los ruidos molestos y olores desagradables, como ruidos y olores ajenos, se debería definir como arquitectura ajena aquella que, precisamente, es ajena a su calle, su vecindario, su barrio, su ciudad; en otras palabras, ajena a su cultura urbana de los que moran en un lugar no que habitan en un sitio. Es arquitectura ajena en primer lugar porque rompe con la tradición local de manera evidente y desagradable con su imagen o con su uso, ya sea por falta de sensibilidad estética, ignorancia, por simple moda o, peor aún, por un capricho irrespetuoso con los otros. Es una arquitectura ajena a la cul

Ciudad y clima. 23.04.2022

  La belleza, la calidad de vida y la sostenibilidad de una ciudad están en buena parte determinadas por su clima y no siempre al mismo tiempo, tal como sucede con el paso de las estaciones en ella o, en el trópico, con el de las temporadas secas o de lluvias, cambiando su percepción; o su consumo de agua y energía. La nieve puede hacer mucho más bella a una ciudad pero el frio hacerla menos confortable y que se precise de calefacción; y el calor puede dificultar el apreciar la belleza de otra, y en otra muy fea bienvenida la grata sombra de sus muchos árboles, que además tapan en buena parte su fealdad, y no tener que recurrir al aire acondicionado en todas partes. La perfección de las formas complace la vista o el oído y, por extensión, al espíritu, y este, al estar aire libre, es afectado por un clima determinado por las condiciones atmosféricas que caracterizan una región; por eso el clima contribuye tanto a la belleza de una ciudad, la que ante todo se manifiesta en la pertinente

Ciudad y conocimiento. 16.04.2022

  Vale la pena reordenar lo de “Cali: ciudad y ciudadanos” y analizarlo ahora al contrario, en tanto Cali: ciudadanos y ciudad, ya que es de aquellos de los que depende su ciudad; de su conocimiento y educación cívica al respecto y de cómo escogen a sus gobernantes. Cómo se ha insistido en esta columna y en ¿Ciudad? de El País, la falta de cultura urbana de los caleños es abrumadora, tal como se puede comprobar al comparar a Cali con Panamá, por ejemplo, ciudades que comparten varios aspectos geográficos, como el clima, e históricos, como su vieja tradición hispánica, y cómo su dependencia de un puerto, en el caso de Cali de Buenaventura aunque esté lejos. La falta de conocimientos sobre el urbanismo y la arquitectura más apropiado para la ciudad es muy frecuente entre los caleños independientemente de su estatus socioeconómico, e incluso lo es entre muchos arquitectos mal formados poco conocedores de otras ciudades, incluso si las han visto pero que no se han detenido a mirar bien y e

Ciudad y tranquilidad. 09.04.2022

  Por supuesto el deficiente transporte, público y privado, la inseguridad y la falta de trabajo, están directamente relacionados en Cali con la menor tranquilidad de las personas. Pero igual la falta de control de la Policía al ruido del tránsito automotor, pitos y motores ruidosos y originadores de CO2, y del muy bullicio y nocturno de las discotecas, bares y restaurantes, o de las reuniones familiares con amigos de las que algunos salen a manejar medio borrachos causando accidentes, cuya solución demanda igualmente más educación cívica, lo que generaría más trabajo calificado, junto con más colaboración de los medios analizando más las causas de los hechos de los que informan. En una ciudad tan extendida, el transporte demanda soluciones de movilidad que acorten el tiempo de desplazamiento entre  vivienda y trabajo, estudio y compras, y por tanto está relacionado con la tranquilidad de las personas. Su solución estriba en fomentar la creación de centralidades a las que se pueda lleg

Sobrepoblación. 02.04.2022

  ¿Para que sirve que cada vez haya más gente en el mundo? La mayoría de  las cosas malas aumentan y la mayoría de las buenas no por eso  mejoran. Entre las primeras están el cambio climático, la destrucción  de las selvas y bosques tropicales, la disminución de la  biodiversidad, las basuras, los desperdicios contaminantes de ríos y  mares, el rápido y descontrolado crecimiento de muchas ciudades, y la  destrucción de muchos paisajes naturales. Y por el otro lado, ni las  ciencias, las artes,  los deportes, los espectáculos, las democracias,  la economía, la igualdad social, ni la arquitectura, necesariamente  mejoran en la medida en que haya más gente e incluso puede ser todo lo  contrario. Se alude con frecuencia a las cosas malas mencionadas arriba pero casi  nunca se las vincula a la sobrepoblación, por lo que toca repetir que  esta “se produce cuando una elevada densidad de población provoca un  empeoramiento del entorno, una disminución en la calidad de vida o  situaciones de ha