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Mostrando entradas de junio, 2011

Mejores servicios. 25.06.2011

      Para empezar, en una ciudad una buena administración pública debe propiciar que sus ciudadanos puedan habitar, movilizarse, trabajar, comerciar, estudiar, recrearse y hacer deporte con seguridad, eficiencia y placer, lo que implica que su diseño urbano debe ser adecuado a su clima, paisajes y tradiciones arquitectónicas, que pasan a ser su marco de referencia. También debe procurar que los ciudadanos sepan cómo vivir bien en ella, que su vida sea más significativa, considerando que en nuestro caso en las ciudades más grandes son gentes con diferencias culturales, sociales y económicas, y que muchos han llegado recientemente de otras partes por lo que hay que enseñarles cómo, y hacerlo permanentemente y por todos los medios. Hay que entender que la educación ciudadana es clave para tener buenos servicios públicos.                                                                                                                                                                      

Buenos funcionarios. 17.06.2011

     Hay que partir de que en últimas los funcionarios públicos de las ciudades son buenos en la medida en que mejoren la calidad de vida de la mayoría de los ciudadanos, para lo cual precisan de un verdadero plan integral que por supuesto exige un mínimo conocimiento geográfico e histórico de las ciudades y sus habitantes. Y por supuesto deben ser idóneos en   el tema de su cargo. Y si son probadamente buenos deberían continuar en él aun cuando cambien el alcalde y otros funcionarios. Especialmente los directores de las oficinas de planeación, por razones obvias, y por eso es que hay en muchas ciudades la figura de   “el arquitecto de la ciudad”. Difícilmente se puede planificar el crecimiento y mejora de una ciudad si todo se cambia cada cuatro años al vaivén de los ingreses inmobiliarios del momento.                                                                                                                                                                            Para selec

Buenos electores. 09.06.2011

      Lograr un buen Alcalde y un buen Concejo depende en primera instancia de los ciudadanos que los eligen. Pedir que los candidatos sean honrados, como se repite tanto últimamente, no basta. Deben serlo también los electores mismos para poder exigirlo luego a sus elegidos. Porque la triste realidad es que en este país muchos votantes a lo que aspiran es a estar bajo la protección o tutela de su candidato cuando gane, o comprometerlo a que les entregue contratos, principalmente de obras públicas, por lo que suelen apoyar a varios para tener más opciones. Lo que no extraña a nadie es que sistemáticamente todos los funcionarios públicos sean acusados de corrupción, se les demuestre a muchos que si lo fueron, y que algunos, cada vez más, terminen en la cárcel. Por lo demás honrado, recto e íntegro en el obrar, no significa también bueno, útil y a propósito para la ciudad.                                                                                                                

Una buena campaña. 01.06.2011

    Una campaña de partido a la Administración de una ciudad debe ser alrededor de un programa integral que incluya propuestas jerarquizadas para la promoción del trabajo, educación, salud, vivienda, cultura y recreación, y concretamente ideas urbano arquitectónicas para la ciudad en tanto que artefacto. Y a lo que debe estar dirigida es a mejorar la calidad de vida de la mayoría de los ciudadanos. Pero al mismo tiempo debe considerar las necesidades específicas de las minorías, como niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, hombres o mujeres; igualmente los enfermos, incapacitados o heridos; los pobres y los muy pobres y hasta de los ricos y no tan ricos pero que son los que más pagan impuestos. Además de ciertos problemas específicos de toda índole de la ciudad en cuestión.                                                                                                                                                                            Pero no bastan sus propuesta