Son unos pocos aspectos a pensar, y el primero de ellos es considerar que la ciudad es, justamente, su interrelación y que por lo tanto hay que tener una visión transdisciplinar al analizarlos para poder pasar a plantear las propuestas, normas y controles pertinentes. Seguramente surgirán otros aspectos pero lo procedente será integrarlos a los ya propuestos, y reemplazarlos o sumarlos sólo si es el caso para no aumentar más la lista creyendo que se la está completando o profundizando. Espacios urbanos son las áreas públicas, privadas o semiprivadas no construidas, como lo son las calles, avenidas, plazas, parques, zonas verdes y lotes, en el primer caso; los diversos jardines, terrazas y azoteas en el segundo caso; y los antejardines en el último, cuyo significado y manejo es doble al ser de propiedad privada pero, en tanto imagen, de uso público, como igual sucede con las fachadas “privadas” de todas las construcciones que conforman el espacio urbano público.