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Mostrando entradas de abril, 2013

100 años no son nada. 27.04.2013

        Cali es resultado del impacto de lo muy improbable, cómo definiría Nassim Nicholas Taleb (El cisne negro, 2007 ) l a serie de sucesos a lo largo del siglo XX que determinaron su política, economía y comportamiento ciudadano, y el escenario de su cultura, que fue como Lewis Mumford llamó a las ciudades   ( La cultura de las ciudades, 1938), es decir, artefactos constituidos por su urbanismo y arquitectura, y no una montonera incongruente de pedazos como es ahora.           La muy pequeña Santiago de Cali de fines del XIX, de calles si acaso empedradas, ranchos de palma, pocas blancas casas solariegas de techumbres, pisos enladrillados, patios y solares, tres claustros y seis iglesias, y poco más de 3.000 habitantes, da paso a la muy poblada, extendida, multiétnica, ruidosa, sucia, insegura y fea ciudad de hoy, ya para los 3.000.000, pero aun sin andenes, en lugar de favorecer el crecimiento de las ciudades vecinas en lugar de la inundable Aguablanca.      Además deber

Las cinco amenazas a Cali. 20.04.2013

Del terremoto, similar a los devastadores de Popayán o Armenia, que eventualmente afectará a la ciudad ni siquiera se habla. De lo contrario, los dirigentes de la región, tanto del sector público como del privado, ya habrían logrado un plan a largo plazo para recuperar el sistema de ciudades del valle del río Cauca, subdividido en tres zonas de Santander de Quilichao a Cartago, con la capital del Departamento en Buga, en la zona central. Y sería una realidad el área metropolitana de Cali, en la zona sur, incluyendo las áreas adyacentes de Yumbo, Palmira, Candelaria, Santander de Quilichao y Jamundí.                                                                                                                                                                       Y desde luego la situación es más grave si al tiempo de un terremoto se rompe el jarillón. Aunque lo más probable es que primero se romperá por falta de mantenimiento y, sobre todo, por su invasión y construcción ilegal.  

A “bajar” los puentes peatonales. 13.04.2013

Dice el Diario Occidente (26/03/2013) , l os p uentes peatonales de Cali son monumentos al abandono . Y al despropósito: los peatones más necesitados (mujeres embarazadas o con coche de niños, ancianos y personas con problemas motrices) no pueden subir sus escaleras, las que ni siquiera cumplen con la norma de un descanso por piso, y sus rampas no pasan de parecer ser lo que no son: rampas para discapacitados. Y por supuesto los automovilistas que se quejan de que los peatones no los usen, tampoco los usan y por eso pretenden ingenuamente que la gente se desvíe una o más cuadras de su recorrido para encontrar un puente, cruzarlo, y regresar al otro lado de la vía, a donde se dirigía. Por eso cerca de dichos puentes es donde son atropellados más peatones, los que no cuentan con pasos peatonales para cruzar por las esquinas.