Las diferentes sedes del Gobierno de un país no son meros edificios de oficinas, sino que representan al Estado y exponen la cultura de la Nación. En Colombia, un país tan centralista, se entiende así a nivel de la Presidencia, pero no en muchas Gobernaciones y Alcaldías. Las sedes de la Gobernación del Departamento del Valle del Cauca y del Centro Administrativo Municipal de Cali dan grima. Son no solamente la imagen de la dejadez que campea en la ciudad sino también una comprobación palmaria de la falta de cultura y dignidad de sus políticos pues esta desidia por supuesto no es sólo de ahora. Para principiar, nunca se ha debido demoler el viejo Palacio de San Francisco, la segunda sede de la Gobernación, construido en 1927, y ya a mediados del siglo XX un hito tradicional de la ciudad, cuya fach