Ir al contenido principal

Los edificios públicos. 22.02.2014


        Las diferentes sedes del Gobierno de un país no son meros edificios de oficinas, sino que representan al Estado y exponen la cultura de la Nación. En Colombia, un país tan centralista, se entiende así a nivel  de la Presidencia, pero no en muchas Gobernaciones y Alcaldías. Las sedes de la Gobernación del Departamento del Valle del Cauca y del Centro Administrativo Municipal de Cali dan grima. Son no solamente la imagen de la dejadez que campea en la ciudad sino también una comprobación palmaria de la falta de cultura y dignidad de sus políticos pues esta desidia por supuesto no es sólo de ahora.
                                                                                                                                                                                 Para principiar, nunca se ha debido demoler el viejo Palacio de San Francisco, la segunda sede de la Gobernación, construido en 1927, y ya a mediados del siglo XX un hito tradicional de la ciudad, cuya fachada supuestamente se inspiró en el altar de la Iglesia Nueva de San Francisco, justo al frente, construido en Valencia, España, entre 1909 y 1910, de madera y mármol. El viejo edifico de tres pisos altos, coronado por una cúpula acristalada, se hubiera podido conservar, con fines de protocolo, adelante del nuevo, pese a sus 18 pi­sos, completando su fachada posterior y una de las laterales, pues formaba una esquina, y uniéndolos con un puente.
                                                                                                                                                                             Desafortunadamente tampoco se conservó al menos la estatua en bronce, de cuerpo entero, mandada hacer en Francia, de Fray Damián González, un destacado franciscano de la ciudad, llamado "el cura de Cali", inaugurada para el primer centenario de la Independencia. Estaba en el centro de la Plazuela de San Francisco, la que Oscar Cobo, diseñador de la nueva gran plaza en la década de 1970, acertadamente dejó claramente insinuada con un cambio de nivel en su suelo. Pero incluso ahora, que recientemente se la movió de nuevo, se ignoró la recomendación del Consejo Departamental de Patrimonio Cultural de ponerla en su sitio original.
                                                                                                                                                                              Y como si no bastara con eliminar los "viejos" símbolos de la ciudad y reemplazarlos por otros "modernos", como parte de las ambi­ciosas obras que la ciudad acometió con motivo de los Juegos Panamericanos de 1971 para “cambiarle la cara”, las fachadas de la nueva "torre" se han llenado de aparatosas unidades de aire acondicionado, que cada funcionario hace poner en cualquier parte y de cualquier manera. Y lo mismo sucede con los dos edificios del Centro Administrativo Municipal, “torres” también les dicen, a los que no les cabe una más, como si fueran moscas. Pero no faltarán los que digan que no importa, que casi no se ven. Son los que ven pero no saben que miran.
                                                                                                                                                                           En Cali se evita hablar de la belleza de sus edificios como si diera pena en medio de tanta inseguridad, violencia y pobreza. Pero es pasar por alto que lo feo se relaciona con lo malo y sucio y que mientras la belleza disuade la violencia, estimula y hace que la pobreza lo sea aún mucho más. Y tratándose de edificios públicos es sin duda preocupante: ¿Cómo confiar en los que los ocupan representando la dignidad del Estado y la cultura de sus conciudadanos? ¿Qué esperar de gentes tan ciegas a sus símbolos? Estos son los que se adoptan para representar los valores de un país y mediante los cuales se identifica y distingue, además de aglutinar a sus ciudadanos y crear un sentimiento de pertenencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El (des) Gobierno Municipal. 21.05.2016

         El desordenado proceso del control del patrimonio construido en la ciudad, y en realidad de todo lo que se construye o destruye en Cali, lamentablemente suena a la vieja canción: songo le dio a borondongo, borondongo le dio a bernabé, bernabé le pego a muchilanga, le hechó a burundanga y le hincha los pies. Es el futuro cantado de San Antonio, el triste pasado del Centro de Cali, el escandaloso caso allí del Hotel Aristi, y el sainete del Colegio de La Sagrada Familia, frente al parque del barrio El Peñón.                                                                                                                                 ...

Planificación regenerativa. 15.06.2024

                Como ya se sabe, cosas, datos, informaciones, conocimientos y sabiduría, están relacionados de diferentes formas, siguen distintas secuencias y en cada caso tienen valores disímiles; las cosas son más que sus datos, estos son sólo parte de la información y esta lo es del conocimiento, el que no es forzosamente sabiduría. En las ciudades los datos sobre su geografía, historia, población, urbanismo y arquitectura permiten una información básica pero no su conocimiento a fondo, el que precisa de vivencias sabias para poder planificarlas responsablemente, y se pueda precisar el urbanismo, la arquitectura, el paisajismo y el diseño a seguir, y que profesionales los deben realizar y en donde.               Son tres temas básicos a considerar para cada uno de esos cinco aspectos mencionados arriba. Geografía: relieve, clima y vegetación, que det...

Paisajismo 5R. 01.06.2024

                 Que sea renovable, resistente, regional, resiliente y recreativo; que sea duradero y reemplazable fácilmente cuando sea lo necesario; que no lo afecten los cambios de las diferentes temporadas del clima; que sea a partir de la vegetación original de cada sitio; que sea fácil de mantener y resistente; que sea  lúdico, divertido, ameno o entretenido según lo indicado para cada sector en cada ciudad, tanto en sus espacios urbanos públicos (calles, avenidas, paseos, parques y zonas verdes) como en sus diversas edificaciones.               Renovable: que sus árboles, arbustos, enredaderas, matas y prados se puedan reemplazar fácilmente cuando sea lo necesario; que todos se analicen como componentes de un todo y no solo sus distintas partes por separado;  económico al ser menor la inversión en plantillas, abonos, agua, energía y...