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Mostrando entradas de marzo, 2013

A levantar los “policías acostados”. 16.03.2013

Como informó el Diario Occidente, 30/12/2012, en la Secretaría de Tránsito Municipal creen que es necesario instalar reductores de velocidad en algunos puntos de la ciudad para reducir la accidentalidad, pero que “por ser un elemento que afecta la movilidad […] no está autorizando instalar nuevos reductores […] en ninguna vía de Cali”. Ambigüedad muy caleña: si pero no. Pese a esa restricción,  y que son el elemento más agresivo en materia de señalización vial, y el último recurso al que se debe acudir cuando no hay ninguna otra solución para que el conductor entienda que debe reducir la velocidad, la Secretaría recibe muchas solicitudes para su instalación y, ante la casi segura negativa, los ciudadanos los construyen en donde se les da la gana y sin las especificaciones técnicas indicadas.                                                                                                                                                                       Es imposible determinar cuán

¿Quién responde? 16.03.2013

Hasta ahora nadie ha respondido por la innecesaria demolición de muchos edificios públicos emblemáticos que tenía Cali, como el Palacio de San Francisco y el Batallón Pichincha, o el Hotel Alférez Real, con el prurito de “cambiarle la cara a la ciudad” para los juegos Panamericanos de 1971. Ni por la lenta desaparición de los ocho kilómetros de alameda de grandes samanes con una calle al medio y dos laterales, que iba del Parque de los Estudiantes por Calle Quinta hasta la sede actual de la Universidad del Valle. Nadie responde por la larga barrera urbana en la que la convirtió el torpe paso de MIO; Ni por la desaparición de dicho parque para convertirlo en un mal diseñado intercambiador vial mientras el Corredor Férreo sigue en total abandono y nadie responde.                                                                                                                                                                       Nadie ha respondido por la eliminación de casi setecientos

El estadio. 09.03.2013

Olvidando que Cali está en una zona de alto riesgo sísmico, los más de 120 mil millones de pesos que se “invirtieron” en el Estadio Pascual Guerrero, aun sin terminar, no mejoraron su precaria seguridad. Por lo contrario hoy es más difícil evacuarlo por la sencilla razón de que las hileras de puestos están más juntas. Tampoco se aprovechó para solucionar el absurdo de que las escaleras de las tribunas terminan justo contra los soportes de la cubierta, ni que su ancho no sea apropiado. Ni se construyeron escaleras de emergencia desde la parte superior de las graderías, quedando todo el público supeditado a salir solo hacia la cancha misma, multiplicando el peligro de atropellos y caídas, pues las salidas a la calle, que ni siquiera están debidamente señalizadas, están peligrosamente cerradas con cerrojos y candados.                                                                                                                                                                       Per

El problema del agua potable. 02.03.2013

El agua que hay hoy en la Tierra es la misma que ha existido desde hace billones de años y que cubre la mayor parte del planeta, pero menos del   0.007% es apta para el consumo humano . Y, como nos recuerda Guillermo E. Ulloa Tenorio, s e puede permanecer casi un mes sin comida pero no una semana sin agua. A mediados de este siglo habrá 3.000 millones de personas más, la mayoría en países que ya experimentan carencias de agua. Millones de refugiados ya fueron reubicados a causa de la contaminación de los ríos, más que los forzados a dejar las zonas de guerra.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   En varios países el agua se ha agotado, lo que ocasiona escasez de comida y alza de precios. Para 2025 se estima que el 80%