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Mostrando entradas de marzo, 2018

“Construcciones”. 31.03.2018

          Es inevitable que en una ciudad que crece tan rápidamente, y en donde se demuele en lugar de remodelar, se vean muchas construcciones en proceso, lo que además de incomodar a los vecinos y afectar la movilidad, contribuye a afear sus calles. Pero nada se ha pensado al respecto y por lo contrario se suele creer que construir destruyendo es “desarrollo” o “progreso”, lo que pocas veces lo es. O, lo que es más preocupante, que se trata de “cambiarle la cara a la ciudad”; nada menos que a la “capital mundial” de la cirugía plástica, cuyo “mórbido” resultado se puede ver en sus calles y no solamente en sus edificios. Igual que a sus mujeres, muy atractivas, se les cambia para mal su natural belleza.           Incomodar a los vecinos con vibraciones, ruidos (gritos y máquinas), polvo, materiales para la obra, escombros y tierra removida tirada sobre los andenes, y volquetas trancando las calles y depositando arena o grava en ellas, es el impacto común de las construcciones en

“Lotes”. 24.03.2018

         Como si no bastara con las “muelas”, las “culatas”, las “pecas” y las “torres” para dañar y afear las ciudades colombianas, están los lotes, aunque es preciso agregar que a veces lo que se construye en ellos es peor, justamente cuando son “torres” que conforman “muelas” dejan “culatas” y a veces sus fachadas son una colección de “pecas” cuando no una sola que se repite “ ad nauseam”. Y están los lotes “exprés” producto de la demolición, sin permiso la mayoría de las veces, de edificios existentes, dejando las calles como una dentadura a la que le faltan dientes;   aunque suele ser peor reemplazarlos con unos de oro, lo que sí ya no se hace con los dientes, sí con los edificios “espectáculo”.            Huecos urbanos que los cerramientos de los lotes poco contribuyen a ocultar, y menos aún con esas telas verdes, descolgadas, rotas e incompletas, que la norma actual indica, la que habría que revisar. O están esas mallas eslabonadas coronadas por afiladas concertinas, que

50 años perdidos. 17.03.2018

           Primero se abandonaron los trenes en el país, precisamente cuando en todo el mundo comenzaba su gran evolución actual, que no termina, y después se desechó el proyecto de un tren ligero para Cali, de Yumbo a Jamundí, sin considerar el hecho de que se utilizó con éxito el tren  existente para mover gente en la ciudad durante los VI Juegos Panamericanos de 1971. Pero como más vale tarde que nunca, bienvenida la intención de dotar a Cali de un tren de cercanías a Yumbo, Jamundí y Palmira, y ojala no pasen otros cincuenta años para que se finalice la obra, si no es que se descarta de nuevo después de varios y costosos estudios, otra vez por presiones equivocadas o cambios de gobierno.           Este tren de cercanías, o suburbano, es un sistema de transporte de pasajeros de corta distancia (menos de 100 km entre estaciones extremas) que presta servicios entre el centro de una ciudad y las afueras , lo que salvaría al MIO al conformar un sistema multimodal e integrado de t

Narcotráfico. 10.03.2018

         No hay que darle muchas vueltas al asunto para ver que el comercio ilegal de drogas prohibidas impulsó en el país la violencia, la corrupción, la codicia y el mal gusto, lo que afecta la arquitectura y está a las ciudades. Y aunque en los últimos años, debido al largo proceso del acuerdo con las FARC, disminuyó mucho la violencia sucedió lo contrario con la corrupción, y el mal gusto se generalizo afectando negativamente la calidad de la vida urbana.        En Cali no es sino salir a la calle y dejar de mirar el teléfono celular para verlo, si se cuenta con la sensibilidad suficiente, ya que muchos ni siquiera aprecian el bello paisaje natural que aún rodea la ciudad y nada les importa que se lo tape impunemente. O contar las obras públicas sin terminar como el terminal internacional del aeropuerto recientemente “inaugurado”, o que se están desbaratando como los paraderos del MIO.      Los que se oponen a la legalización de las drogas alegando que se ampliaría su cons

“Torres”. 04.03.2018

         Más que las muelas, las culatas y las “pecas”, lo que más afea las calles de Cali son las llamadas “torres” aunque la mayoría no lo son, pero compiten con las pocas que sí lo pueden ser por tratarse de edificios públicos, que sí deberían ser verdaderos monumentos. Todo esto es algo que se puede entender claramente con las cuatro torres de más de treinta pisos, una al lado de la otra formando una fila, disque para vivienda social, que insisten en construir en Cartagena al lado del castillo de San Felipe de Barajas, lo que va a ocasionar que le sea retirada a la ciudad su condición de Patrimonio de la Humanidad otorgada por la UNESCO hace años. Las “torres”, además de ser edificios innecesariamente más altos, pues para obtener mayores densidades lo que se requiere son más edificios de mediana altura, son lo que más altera la uniformidad de las calles, invaden la privacidad de los patios vecinos y no dejan pasar la brisa. Y, aunque no dejen culatas, son lo que más se ve al