Desde la antigüedad hasta el Renacimiento, quedó en
Occidente la gran arquitectura, la escultura y la pintura, y a partir del
Neoclásico se sumó la gran música, la novela, el cuento y la ópera. Pero con el
siglo XX, que dejó el cine, nada menos, llegó a su fin la gran arquitectura y
apenas va quedando su espectáculo, posible en las manos de cualquiera gracias
al gran avance técnico de la construcción en dicho siglo.
“El que no construye,
adorna” decía el famoso arquitecto Auguste Perret (Bruselas 1874-1954 París), y ahora cualquier adorno lo puede construir cualquiera,
sin ni siquiera ser arquitecto, de la mano de un computador y de ingenieros de
suelos, estructuras e instalaciones hidráulicas, sanitarias y eléctricas, y
expertos en cerramientos, cubiertas, ventanería, divisiones y terminados, etc.,
mas alguna decoradora por supuesto.
Es claro que el avance técnico ha estado en contra del
arte de la arquitectura como se puede comprobar desde mediados del siglo XX, y
que llevó al mismísimo Frank Gehry a que se le
escapara decir que el 98% de la arquitectura moderna era "pura
mierda", como fue noticia, lo que desde luego es una exageración pero que es
necesario repetir pues aquí muchos aun confunden el espectáculo con la
verdadera arquitectura.
Pero cuando las
edificaciones de las estrellas del momento se deterioran rápidamente, de
inmediato le echan la culpa a los cambios que se hicieron durante la
construcción, pasando por alto que casi siempre son originados en un diseño
inicial que ignoraba los problemas técnicos subyacentes. Como ha pasado, por
ejemplo, con la Biblioteca España en Medellín de Giancarlo
Mazzanti, o
con casi todas las obras de Santiago Calatrava y del mismo Gehry.
Pero aunque no es posible
que el arquitecto conozca a fondo las varias ingenierías que hoy en día están
involucradas en cualquier construcción, al menos si lo básico para poder que su
ineludible colaboración sea pertinente al proyecto del arquitecto, palabra que
viene del griego architéktōn que significa el primero
en la obra, precisamente, y que por lo tanto debe responder también por los
problemas técnicos, junto con los ingenieros y constructores
.
Qué diferencia cuando
antes todos ellos formaban equipos de trabajo, como en el Banco Central
Hipotecario o el Instituto de Crédito Territorial en Colombia, o como cuando en
1965 el Gobierno peruano y el PNUD [Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo] invitaron al arquitecto inglés Peter Land para que
asesorara las políticas de vivienda social a través del Banco de la Vivienda
del Perú.
En
el PREVI
(Proyecto Experimental de Vivienda) participaron varios de los arquitectos más
reconocidos de la época, que todavía dominaban suficientemente el arte y la
técnica de la arquitectura, lo que se puede ver en sus propuestas, varias de
ellas construidas, en el libro al respecto editado por la Universidad de los
Andes recientemente, o en http://quaderns.coac.net/es/2013/05/previ-lima/.
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