Para mejorar la movilidad en Cali hay que tener una visión amplia que
integre varias acciones simultáneas. Un tren de cercanías entre Jamundí y
Yumbo, con las principales vías que lo crucen pasando por encima o por debajo.
Subsidiar el MIO, e incluir los buses actuales, en un sistema integrado. Dar
continuidad a vías, calzadas y carriles de norte a sur y de este a oeste, con
semáforos sincronizados. Estimular el uso de bicicletas haciendo ciclo vías. Y
hacer andenes amplios, llanos y arborizados, incluyendo pasos pompeyanos. Todo
dentro de un único Plan Vial.
Re
densificar el Centro y los barrios aledaños con un verdadero Plan de
Ordenamiento Urbano, y recuperar el sistema de ciudades del valle del río
Cauca, de Santander de Quilichao a Cartago, con un Plan de Ordenamiento del
Territorio. Temas en los que se ha insistido en esta columna y en
Caliescribe.com. Y por supuesto para varios de ellos se han propuesto acciones
y realizado obras, más siempre de manera puntual y no como parte de planes que
simplemente no existen o son todo un despropósito como el actual POT.
Un
sistema de transporte público debe integrar trenes, buses articulados, dobles o
triples, buses comunes y teleférico, con un único pasaje que dure medio día, un
día, una semana o un mes, y espacio para llevar bicicletas, y sitios de espera
para los taxis. Son diferentes medios pero todos ineludiblemente servidos por
los andenes pues simplemente sus usuarios llegan o salen del transporte
motorizado caminando, pequeño detalle que siempre se deja de lado y no se
entiende que es el componente principal de una verdadera movilidad en la
ciudad.
Por
otra parte, tampoco se considera que el vehículo particular aun es en este país
un símbolo de prestigio social, y en esta ciudad además una necesidad,
precisamente por la carencia total y vergonzosa de andenes adecuados y
suficientes y la precariedad del transporte público. Lo que ha llevado a más
carros de segunda mano y una peligrosa proliferación de motos, causantes de la
mayoría de los accidentes de tránsito, muchos con muerto, y además el vehículo
predilecto de los atracadores. Cada vez más caleños se mueven en
moto (El País 07/09/2015) y para hoy más de
700 mil circulan en la ciudad.
No
se entiende que el fin de la movilidad en una ciudad es facilitar la
accesibilidad al trabajo, comercio, estudio y recreación, y que cerca de la
vivienda permitirían ir a ellos caminando o en bicicleta, como en las ciudades
intermedias. Por lo que un verdadero Plan de Ordenamiento Urbano debe buscar
consolidar la vieja idea de ciudades dentro de la ciudad, alrededor de sub
centros urbanos, que en el caso de Cali deberían estar a lo largo del ancho
corredor férreo, donde cabrían varios sistemas de transporte en medio de
una larga alameda, pues la atraviesa a todo su
largo.
La movilidad se
convierte así en un elemento definitorio del
desarrollo y calidad de vida de las ciudades, y de allí que en Cali sea
perentorio re densificar el área central y no sus suburbios, para lo cual urge
oficializar su área metropolitana. Lo que no es del interés, miope puramente
comercial, de los contratistas de obras públicas, los propietarios del suelo
urbano y los constructores de vivienda. Ni de la Administración que no ha entendido
su importancia junto con la del corredor férreo y los andenes; pero tampoco lo
han entendido muchos caleños que se mueven en carro o que caminan por la mitad
de
la
calle.
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