Ser
peatón en Cali es más peligroso que conducir un automóvil o ser pasajero de una
motocicleta, y donde muchos
conductores en vez de frenar aceleran cuando ven un peatón (El País
24/07/2015). Este año, entre heridos y muertos, y después
de los motociclistas, con cerca de tres mil casos, casi mil peatones han sido
víctimas de accidentes de tránsito, la mayoría hombres, incluyendo el furgón
que se trepo la semana pasada al andén de la Avenida Colombia a la altura del
Hotel Intercontinental matando un peatón y destruyendo una pérgola.
Según
el agente Wilmer Tabares los accidentes “ocurren principalmente en avenidas
principales y tramos de vía, muy pocos son en las intersecciones. Eso quiere
decir que, en la mayoría de los casos, hay imprudencia de los peatones, porque
no utilizan los puentes peatonales ni usan las cebras para cruzar las
vías”. Es cierto que aquí la gente no
cruza por las esquinas pero olvida que los puentes peatonales carecen de
ascensor para los que más los necesitan, y que la mayoría de las cebras y pasos
peatonales no están en el eje de circulación de los peatones, haciendo de las
esquinas los sitios más azarosos para cruzar una calle cuando debería ser lo
contrario.
Además,
como dice Kathy Osorio, de la ONG Ciudad Verde, “los transeúntes no se sienten
seguros en los andenes, no solo porque no están hechos de forma correcta sino
porque están siendo invadidos por los carros y las motos en las horas pico”
como se ha insistido en la columna ¿Ciudad? de El País, desde hace 17 años
(Trampas urbanas, 26/06/1998). En conclusión las calles de Cali “no son seguras
ni brindan la infraestructura apropiada para los peatones” como afirma William Vallejo consultor en movilidad y
tránsito.
Mas
el problema no se resuelve reduciendo la velocidad en las vías, como propone
Vallejo, sino dotando la ciudad de andenes amplios, llanos y arborizados, con
pasos peatonales en las esquinas demarcados a continuación de los mismos y no
al lado, y que sean cebras o pasos pompeyanos en donde haya más flujo de
peatones, dotados de semáforos con tiempo para ellos en las esquinas y no
apenas para los carros, pero que sean sincronizados para que estos tengan “olas
verdes” como en todas partes.
Lamentablemente
“quienes manejan esta ciudad no son peatones en Cali" y no observan
andenes y esquinas cuando caminan en las ciudades europeas y norteamericanas,
en donde desde luego si lo hacen, pues allá se respeta al peatón. No como aquí
donde los carros son el símbolo de prestigio social preferido por sus nuevos
nuevo ricos, y politiqueros y contratistas adoran el negocio de los puentes
vehiculares y peatonales, y no ven que la movilidad (cualidad de movible) se
refiere a la de los ciudadanos y no a la de la ciudad, cuya amenaza sísmica
tampoco les interesa.
Por eso hay que convencer a los que no votan, más de
la mitad de los que pueden hacerlo, parte de los cuales (los ricos) sólo
caminan por los campos de golf, mientras que los otros (los pobres) caminan al
trabajo por donde puedan, de que es preferible votar en blanco que abstenerse
pues se conformaría una amplia protesta en contra del mal manejo de Cali en las
últimas décadas. Que es mejor perder votando en blanco que hacerlo por
candidatos que nunca caminan por la ciudad, “elegidos” por los que se abstienen
irresponsablemente de votar.
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