Cuando se acaben los ríos
se acabarán la ciudades que los están acabando, pues el agua dulce es esencial para la vida; y de otro
lado en las ciudades vivimos desde hace unos diez años y por primera vez en la
historia de la humanidad más del 50% de todos los habitantes de la Tierra, que
hoy somos más de siete mil millones y contando: cada segundo seis más
. Y en Colombia cerca del 80%, justo lo contrario
de hace poco menos de un siglo, pero ya no es posible regresar al campo, sólo
queda cuidar los ríos, los lagos y los mares, y por supuesto a las ciudades
para que no mueran de tristeza junto a lo que quede de ellos.
Casi todas las ciudades surgieron
sobre el mar o grandes y pequeños ríos, pero siempre al lado del agua dulce;
las de Occidente primero en el Tigris y el Éufrates y a lo largo del largo
Nilo. Y en Colombia a lo largo del Magdalena y el Cauca, donde la Conquista se llevó
a cabo subiendo el primero desde el Caribe, y bajando el segundo desde el Perú
de los Incas. Ríos que después fueron las principales vías de comunicación
durante la Colonia, y cuyas cuencas albergan hoy la gran mayoría de la
población y economía del país; pero aun sin buenas carreteras completas (y ni
hablar de verdaderas autopistas) a todo su largo, y sin ferrocarril pues el de
Bogotá a Santa Marta lo acabaron justo cuando en Europa el tren tomaba un nuevo
impulso.
Sobre el Magdalena están muchas poblaciones y ciudades de más
de la mitad de los departamentos del
país, los que limitan o son atravesados por él. Aunque la última en surgir,
Barranquilla es la primera ciudad sobre el Magdalena aparte de Puerto Colombia,
y siguen aguas arriba Magangué, la colonial Mompox, Puerto Berrio, Barranca, Dorada,
Honda, Girardot y Neiva, o incluso Altamira que lo mira allá abajo a sus pies. Y
sobre el Cauca están más de 180
municipios de los departamentos de Cauca, Valle del Cauca, Risaralda, Caldas, Antioquia, Sucre y Bolívar, entre ellos Caucasia, Santa Fe de Antioquia y La
Virginia. Y muy cerca, Cartago, Tuluá, Buga y Cali.
Cali, antes apenas cerca al Cauca pero ahora peligrosamente
a su lado, perdió el sueño atravesado por un río que le cantó Eduardo Carranza
pero le quedó al menos lo que le quedó del Cali, que cuando era correntoso y la
ciudad una pequeña villa se lo llamó el Río de la Ciudad. ¿Y qué ciudad en
Colombia no tiene río? Medellín el propio, Popayán el Cauca aún pequeño, Villavicencio
el Guatiquía, Pereira el Otún del que se dice
perla y Florida que todavía es pueblo ya tiene el Frayle, del que habrá que
traer agua, si alcanza después de abastecer, si dejan, a Candelaria.
El
agua dulce es un recurso natural indispensable para la supervivencia de todos
los ecosistemas de
los que depende la vida humana. Su uso para la agricultura y la industria puede
tener efectos adversos aguas abajo, debidos a que su contaminación química puede
dañarlos gravemente. Y de igual importancia para los ecosistemas hidrológicos
es asegurar un caudal mínimo.
La cantidad de agua dulce no contaminada es apenas el 0,003% del total de agua
disponible a nivel mundial < http://es.wikipedia.org/wiki/Agua_dulce>; y sin ríos no hay ciudades. Aquí
se podrá comprobar con el próximo Niño que llegue, pues de nuevo la ciudad no
estará preparada para recibirlo.
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