Ir al contenido principal

Ni ven ni miran. 15.03.2014

       Ver (Del lat. vidēre) es percibir los objetos mediante la acción de la luz. También es percibirlos  con cualquier sentido o con la inteligencia. Es observar, considerar algo. Reconocerlo con cuidado y atención, leyéndolo o examinándolo. Ir con cuidado y tiento en lo que se ejecuta. Experimentar, reconocer, considerar, advertir, reflexionar, juzgar. Prevenir las cosas del futuro infiriéndolas de lo que sucede en el presente. Mirar (Del lat. mirāri, admirarse) es dirigir la vista a un objeto. Revisar, registrar. Tener en cuenta, atender.  Pensar, juzgar. Inquirir, buscar algo, informarse de ello.  Y dicho de un edificio es estar situado enfrente de otro.            
                                                                                                                                                                            Los caleños por supuesto no son todos ciegos, pero hay muchísimos que no ven, al punto de que eligieron un alcalde ciego, destituido por no mirar. No miran los cerros ni la alta cordillera pues no ven su belleza y hablan de un valle que no se ve sino desde el piedemonte de la cordillera que lo mira. Miran su vegetación exuberante y bella pero no ven cuando se la tala para construir edificios que es mejor no mirar, ni ven que el verde es de todos los colores como dijo Aurelio Arturo. Y los ríos ya no los miran y por lo tanto tampoco ven por ellos.            
                                                                                                                                                                            Ven la conveniencia del túnel de la Avenida Colombia, que no tiene nada que mirarle, aparte de que no cuenta con su obligatorio arcén ni que las salidas de emergencias están al otro lado y no tienen señalización, pero no miran bien el mal llamado bulevar y no ven que hubiera sido mucho mejor conservar algún tránsito de vehículos, que es lo que le da sentido a un paseo como lo fue la Avenida Colombia, en donde sí hay mucho que mirar, aparte de las feas chimeneas de ventilación que hubiera sido preferible no ver.            
                                                                                                                                                                           Y acostumbrados a que en esta ciudad todo está sin terminar no han visto que las losas por donde transita el Mio ya se dañaron (El Tiempo, 25/02/2014) y que tocó demolerlas para hacerlas de nuevo. Ni han percibido que la velocidad máxima en el túnel, que es casi recto y sin ciclistas ni peatones, es más baja que la de su salida pese a que esta es en curva, bifurcada y con ciclistas y peatones.      
      
     Incluso hay quien no ve ¿o será un esquirol? que el patrimonio a conservar en la Plaza de Toros no es apenas “el arco de entrada” (la vieja portada de la vieja plaza de toros) sino la plaza misma, a la que no se le puede construir nada al lado precisamente para que se la pueda seguir mirando, y tampoco ven el carácter de zona verde y de protección del río Cañaveralejo, ni  el uso institucional de todo el polígono, ni que es parte de un ejido de la ciudad, que es todo lo que algunos miembros de la Fundación Plaza de Toros prefieren no ver.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

El (des) Gobierno Municipal. 21.05.2016

         El desordenado proceso del control del patrimonio construido en la ciudad, y en realidad de todo lo que se construye o destruye en Cali, lamentablemente suena a la vieja canción: songo le dio a borondongo, borondongo le dio a bernabé, bernabé le pego a muchilanga, le hechó a burundanga y le hincha los pies. Es el futuro cantado de San Antonio, el triste pasado del Centro de Cali, el escandaloso caso allí del Hotel Aristi, y el sainete del Colegio de La Sagrada Familia, frente al parque del barrio El Peñón.                                                                                                                                 ...

Soñar Políticas para la Polis. 07.12.2013

   El descontrolado incremento demográfico mundial lleva   cada vez más gente a vivir en las ciudades. Y su rapidez aquí, un buen negocio para empresarios, terratenientes y contratistas, significó más delincuencia y   accidentes de tránsito, la demolición del patrimonio cultural (memoria colectiva) y   la construcción de edificios espectáculo (que no espectaculares) e inseguros, y el despilfarro de energía y agua potable. Es el caso de los tres millones de Cali, que nadie quiere contar.                                                                                 ...

La nueva arquitectura. 27.08.2016

        Lo urgente de lo sostenible deberá lograr que la arquitectura de nuevo sea bella y eficiente como fue la edilicia de siempre en todas partes. Los nuevos profesionales, formados en las universidades deberán buscar que las técnicas apropiadas para una arquitectura sostenible los lleven a nuevas formas coherentes, en lugar de inventárselas caprichosamente como en la arquitectura espectáculo, o falsamente ecológicas como en mucha de la vendida como “verde”. Para principiar, lo construido debe durar mucho y ser fácilmente adaptable a nuevas distribuciones y usos, como también para su mantenimiento, remodelación a fondo, o el reciclaje final de sus materiales si es del caso. Y su construcción, uso y mantenimiento debe consumir el mínimo de agua y energía y generar el mínimo de contaminación, sobrantes, escombros y desperdicios. El ejemplo a seguir es desde luego la arquitectura tradicional, tan bien adaptada a su clima, paisaje y tradiciones, que hay qu...