Leyendo el libro de John Maeda, Las leyes de la simplicidad, 2006, se encuentran algunas consideraciones aplicables al diseño de componentes, elementos y partes de las edificaciones, como al del equipamiento y mobiliario, tanto urbano como privado, ya que con cosas sencillas se pueden logra resultados estupendos. Comenzando porque: “simplicidad = equilibrio” (p. I) y otras más en cada una de sus 10 leyes y tres claves; pero es preciso tener en cuenta que en español simplicidad y sencillez no son lo mismo: una es candor, inocencia, ingenuidad, candidez y credulidad; y la otra es facilidad, asequibilidad, factibilidad, sobriedad, austeridad y discreción.
“La manera más sencilla de alcanzar la [sencillez] es mediante la reducción razonada.” (p. 1). Eliminar algunas de sus funciones; que sea fácil de usar; pero que proporcione todo lo que se espera de él, por lo que puede ser complejo, pero menos; disminuir la complejidad es hacerlo más sencillo; y al menos hay que ocultarla; pero su aspecto y tamaño pueden resultar engañosos. “La organización permite que un sistema complejo parezca más sencillo”. (p. 11). Al trabajar con menos objetos, conceptos y funciones se simplifican las decisiones; la forma se vuelve relevante; y a partir de un inicio sencillo llegar a más complejidad; y ser un diseño creativo.
“El ahorro de tiempo simplifica las cosas.” (p. 23). Se trata de encontrar como disminuir el paso del tiempo; cuando se logra genera apego al objeto; se atribuye su eficacia a lo sencillo y no a lo complejo; hay que sustituir pronto lo perdido o dañado; y el estilo, aunque sea aparentado, puede parecer un atributo. “El conocimiento lo simplifica todo.” (p. 33) y por supuesto la ignorancia lo complica. La sencillez y la repetición están relacionadas; en los mejores diseños la forma viene después de la función y el sentimiento después de la forma; y mientras que el arte genera preguntas el diseño aclara las cosas para poderlas armar o construir.
“La [sencillez] y la complejidad se necesitan entre sí.” (p.45). La tecnología no deja de crecer en complejidad; relación que puede ser evidente en el mismo objeto o en su uso; y para imprimir un aire de sencillez en el diseño es necesario que cierta complejidad permanezca explicita para no caer en la mera simpleza. “Lo que se encuentra en el límite de la simplicidad también es relevante.” (p. 53). Hay que enfatizar la importancia de lo que podría perderse en el proceso de diseño ; y de todas maneras: “Es preferible que haya más emociones a que haya menos.” (p. 63). No hay que evitar radicalmente los adornos, pero: “Confiamos en la [sencillez].” (p. 73).
“En algunos casos nunca es posible alcanzar la [sencillez].” (p. 83). La sencillez y la complejidad intercambian sus puestos mediante cambios sutiles en el punto de vista; pero para considerar algo como complejo o sencillo es necesario tener un elemento de referencia; y al tiempo considerar que nada es algo; y que de lejos todo es más sencillo. “La [sencillez] consiste en sustraer lo que es obvio y añadir lo especifico.” (p. 89). La apertura de mente simplifica la complejidad; quien utiliza mensos gana más; y la urgencia y el espíritu creativo van de la mano, y la innovación entonces sí es deseable y no mero oportunismo.
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