En una democracia participar en política es ineludible para poder concretar los puntos expuestos en columnas anteriores: urbanismo, seguridad, movilidad, civismo, y así procurar su más amplia discusión entre los ciudadanos para que puedan tener un mejor criterio al analizar las propuestas de los candidatos al Concejo y a la Alcaldía verificando su pertinencia y viabilidad. Que les permita votar por ideas y no apenas por personas o, mejor, por líderes con ideas reales para mejorar a Cali. Y por supuesto son temas que se pueden corregir, mejorar o ampliar, y a los que se pueden agregar otros pero procurando que sean los mínimos indispensables y lo más concretos posible.
La más amplia discusión de todos estos temas es fundamental a todos los niveles, para lo que es preciso su máxima difusión, como ya lo ha hecho Caliescribe.com en ediciones anteriores, pero igualmente lo es su serio debate posterior, con intervención de las universidades locales con programas de urbanismo y arquitectura. Y así poder llegar a algunas pocas pero firmes conclusiones que se puedan dar a conocer a las Autoridades Municipales como también a todos los candidatos a las próximas elecciones, en lo que juegan un importante papel entidades como la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali, la Sociedad Colombiana de Arquitectos Seccional del Valle y otras.
Conclusiones a las que se llegue sólo después de considerar su pertinencia y circunstancias, para que indiquen los proyectos que sean más urgentes, y de tal manera que contribuyan a impedir la corrupción, ahora generalizada. Especialmente exigiendo concursos públicos para el diseño de los proyectos con jurados conocedores de los temas respectivos, e impidiendo que su ejecución se designe “a dedo” y con contratos “leoninos”. Para lo cual es ineludible que muchos más habitantes de la ciudad contribuyan al erario, aún cuando sea con poco, para que así se preocupen por el destino de las inversiones y gastos públicos y no permitan que otros decidan por ellos absteniéndose de votar.
Pertinacia de cara a la caótica imagen urbana actual debida a la falta de control de los usos del suelo y del tamaño y características arquitectónicas de las nuevas construcciones, como también a la demolición de las existentes en lugar de su remodelación y nuevo uso. Imagen que infortunadamente no es la suma de las anteriores sino su resta, y en consecuencia el caos urbano de una ciudad que pasó de ser una pequeña villa hasta inicios del siglo XX, inmersa en un bello paisaje natural de planicie, cerros y cordillera con farallones, a ser, apenas un siglo después, una muy extendida y descontrolada conurbación que oculta el paisaje natural cuando no es que destruye sus fuentes de agua dulce.
Viabilidad, entendida no sólo considerando el hecho de que las circunstancias económicas permitan realizar un determinado proyecto en un plazo dado, sino también asegurando las condiciones reales de que se pueda llevar a cabo, para lo cual es preciso procurar que este sea pensado y en consecuencia deseado, no apenas creído, por toda la comunidad. Y considerar esta en sus diferentes niveles: vecinos de calles (vecindarios) y de barrios (supermanzanas), de grandes sectores urbanos (ciudades dentro de la ciudad), la ciudad toda (área metropolitana) y su región inmediata (ciudad-región) la que en el caso de Cali es el sur del valle alto del río Cauca (región de ciudades).
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