Ir al contenido principal

¡Oigan! 14.09.2019


     Como nos dice pasito al oído el Dr. Pedro Blanco Sarmiento, cada vez más el ruido volverá sordos a muchos (El País, 25/04/2019, p. C 3) pero no sólo a los que se pasan todo el tiempo con los audífonos penetrando sus oídos, sino igual a los que tiene que soportar los ruidos de calles y vecinos. Pero como ya se sabe y se comprueba cada día, no hay más sordo que el que no quiere oír, y por eso hay que gritarles al oído a las autoridades para preguntarles qué están haciendo al respecto, que algo hacen más poco a fondo, pero igualmente a todos los ciudadanos afectados por el ruido que, con alguna excepciones como los de San Antonio, poco hacen al respecto ¿oyeron?

    En Cali todos pitan por todo y para todo el tiempo; las ambulancias dejan sordos a los heridos o enfermos que ni siquiera llevan sino que apenas van por ellos sin importar si dejan otros en el camino; las motos ni se diga; las construcciones incluyendo sábados, domingos y noches; un variadísimo ruido ajeno por parte de los vecinos: gritos, carcajadas, música a todo volumen, fiestas y celebraciones; y para rematar el helicóptero de la Policía y los aviones de la Base Aérea que ya ni siquiera van a impedir las innecesarias y agresivas “torres” de 20 plantas, que muchos ciegos además de sordos identifican ignorantemente con el progreso de la ciudad.

    Como se puede leer en Wikipedia, eruido es toda sensación auditiva desagradable, lo que es molesto para el oído, y lo es todo sonido no deseado que interfiere en la comunicación entre las personas o en sus actividades, pero también un sonido no deseado: la más excelsa música puede ser calificada como ruido por aquella persona que en cierto momento no desee oírla, Además de la pérdida parcial o total de la audición, se pueden citar problemas de estrés, alteraciones del sueño, disminución de la atención, depresión, falta de rendimiento o agresividad, como igualmente alteraciones en la comunicación, el rendimiento y, peor aún, en la ineludible convivencia.

     A diferencia de Chicago con sus 40ª bajo cero el invierno pasado o los casi 40! de París este verano, en Cali se puede gozar de su clima tropical templado y con pocos cambios a lo largo del año y tan agradable que en días pasados con unos grados más todos se quejaban del calor y daban la bienvenida a la fresca brisa de la tarde. Lo indicado es dejarla cruzar por las casas llevándose la humedad y con ella el bochorno, pero el problema es que deja entrar el ruido. Y desde luego la solución no es encerrarse adentro de una burbuja de vidrio con aire acondicionado muy consumidor de energía y agua, aislándose de los sonidos de la vida: las hojas movidas por la brisa, los pájaros, el latido lejano de un perro o una bella canción.

     Aquí necesitamos mucho más control del ruido por parte de la Policía, principiando por el propio de la misma con su helicóptero, mucha más educación a los ciudadanos para que eliminen los ruidos ajenos, y varios acuerdos por parte del Concejo para disminuir el volumen de las sirenas y limitar el ruido en las construcciones a las horas laborables, entre otras necesarias políticas de convivencia. Cali no está entre las ciudades más ruidosas del mundo, pero en este lugar envidiable en el que está: relieve, vegetación, biodiversidad, clima y paisaje, el ruido y la feúra de la ciudad casi dañan todo lo mejor que tiene. Necesitamos una serie de silenciosos plantones contra el ruido.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nueva arquitectura. 27.08.2016

        Lo urgente de lo sostenible deberá lograr que la arquitectura de nuevo sea bella y eficiente como fue la edilicia de siempre en todas partes. Los nuevos profesionales, formados en las universidades deberán buscar que las técnicas apropiadas para una arquitectura sostenible los lleven a nuevas formas coherentes, en lugar de inventárselas caprichosamente como en la arquitectura espectáculo, o falsamente ecológicas como en mucha de la vendida como “verde”. Para principiar, lo construido debe durar mucho y ser fácilmente adaptable a nuevas distribuciones y usos, como también para su mantenimiento, remodelación a fondo, o el reciclaje final de sus materiales si es del caso. Y su construcción, uso y mantenimiento debe consumir el mínimo de agua y energía y generar el mínimo de contaminación, sobrantes, escombros y desperdicios. El ejemplo a seguir es desde luego la arquitectura tradicional, tan bien adaptada a su clima, paisaje y tradiciones, que hay qu...

Ciudad, Alcaldía y Concejo 13.08.2022

  Cali, como tantas ciudades en el mundo, afronta amenazas, entre ellas el cambio climático, la posibilidad de una recesión económica global, pandemias, e inmigraciones no deseadas; además de posibles disturbios internos, sobrepoblación creciente y el precario control sobre su área metropolitana irresponsablemente aún no oficializada. Asuntos todos los anteriores en los que en Cali, sus alcaldes, concejales, ciudadanos e instituciones juegan un papel definitivo, pero que ya a inicios de la tercera década del siglo XXI lamentablemente lo hacen cada uno por su lado ignorando, consciente o inconscientemente, las otras opiniones y propuestas en lugar de buscar que sean compatibles. Respecto a la Alcaldía de Cali, hay que recordar que esta debería ser responsable de actualizar el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad, POT, y de llevar a cabo los acuerdos del Concejo Municipal en ese sentido, sin perjuicio de sus propias...

Las dos caras de la ciudad. 08.06.2024

                 Las ciudades son la suma de muchas y variadas edificaciones para vivienda, casas y apartamentos y demás usos complementarios para trabajo, educación, salud, recreación y cultura, además de las necesarias para sus espacios urbanos públicos, calles, plazas y parques, construcciones todas que siempre cambian con el paso de los años y los nuevos sistemas constructivos generando nuevas imágenes, y que están emplazadas en territorios rodeados de paisajes rurales y naturales que también cambian. Ciudades que son habitadas por diversas personas solas o que conforman familias, y a su vez diversas comunidades, todos estos habitantes ocupando diferentes barrios.               Pero en Cali hay más conciencia entre sus funcionarios y ciudadanos de lo que pasa en la ciudad, que de ésta en tanto artefacto, ignorando la importancia que tiene la ciu...