Lo primero es pensar que no se
trata de salvar el MIO, sino de mejorar decididamente el trasporte público en
Cali y su área metropolitana de hecho, olvidándose de volverlo el componente
principal de su movilidad, la que debe integrar desde los andenes hasta los
trenes de cercanías. Para lo cual lo que se necesita es un plan maestro de
movilidad en la ciudad, y que este sea la contraparte de un plan de usos del
suelo, constituyendo un verdadero POT. Lo segundo es que este POT sea de largo
plazo y de obligatorio cumplimiento por los sucesivos alcaldes, y lo tercero es
ingeniárselas para sostener el MIO mientras tanto con medidas provisionales,
las que se podrían ir ajustando a medida que avance la consolidación del nuevo
POT.
Para mejorar el
transporte público en Cali y su área metropolitana, no oficial pero sí de hecho,
hay que comenzar por reconocer que esta existe y vencer los intereses
particulares de los politiqueros de los municipios vecinos, haciéndoles ver el
beneficio para todos que sería constituirla, en lo que el Departamento tiene
mucho que aportar. Pero mientras se logra es imperativo tenerla en cuenta y no
continuar “parando” todos los proyectos e inversiones en los límites del
Municipio de Cali, y de ahí el error del sitio escogido para la Terminal del
Sur del MIO, aparte de sus problemas medioambientales, la que debería estar en
Jamundí, y la del Norte en Yumbo.
La movilidad en el área
metropolitana debe integrar desde los andenes para los peatones, los que
actualmente son para casi todo menos para ellos, y las ciclovías, hasta los
trenes de cercanías, los que constituyen el verdadero transporte masivo en
todas partes. Es totalmente errado seguir creyendo que el MIO debe poder
transportar a todo el mundo, y que por lo contrario hay que integrarlo en lo
posible a todos los demás medios existentes en Cali, y en el futuro a los
trenes de cercanías, para lo cual es imperativo contar con una autoridad única
que maneje la movilidad en la ciudad, integrando los medios públicos con los
privados, incluyendo los carros y motos particulares.
Por otro lado, es preciso
entender que un verdadero POT, debe considerar simultáneamente un plan de usos
del suelo y uno de movilidad, y no como ahora que se buscan improvisadamente
soluciones a los problemas de movilidad que generan los usos del suelo
permitidos, o lo contrario cuando se diseñan vías que no los necesitan. El
hecho es que difícilmente se puede planificar una ciudad si no se tiene
autoridad sobre su región inmediata, y en donde la empresa privada va por un
lado y las obras públicas por otro, adelantándose en dirección equivocada o
tratando de solucionar hechos ya creados. Lo del sur de Cali es un buen ejemplo
de lo mal que se “planifica” Cali.
Finalmente, las
medidas provisionales para sostener el MIO deberían ser varias y simultaneas
siempre y cuando no sean excluyentes entre sí. Desde subir un poco sus pasajes
hasta pedir más ayuda al Gobierno Central. Pero igualmente vincular al MIO los
otros medios de transporte actuales, usándolos como alimentadores, y no que
compitan con él, usando un pasaje único. Y en lugar de hacer más vías para los
carros particulares pensar en serio en el uso múltiple del corredor urbano que
conforma el par vial de las calles 25 y 26, al centro del cual está el corredor
férreo, el que se debería de utilizar de inmediato para el tren de cercanías
entre Yumbo y Jamundí.
Comentarios
Publicar un comentario