Sus cuartos, únicos espacios cerrados de la casa tradicional en el valle del
río Cauca, eran pequeños en las más modestas, de un
piso, con hamacas o colchones que se recogían de día; en las de los ricos, más
grandes, sólo había camas y baúles, y en las casas de dos pisos estaban arriba.
En el siglo XVIII ya hay alacenas, y los cuartos continúan siendo el cuerpo
principal de la casa. A inicios del XX ya tienen “closet” y se diferencia el cuarto de los padres del de las hijas y
los hijos.
La sala es
hasta el siglo XIX un aposento puramente formal, si existe, pues la vida social, sobre todo en las casas de
hacienda, se lleva a cabo en corredores con hamacas y que dan acceso a los
cuartos, pero ya hay zaguanes, lo mismo que oratorios
y “escritorios” (oficinas). En el XX, con la arquitectura moderna, se entra a
la casa por un “hall “,
pero en el XXI directamente a la sala, la que poco se utiliza pues la gente se va todos los días a trabajar,
estudiar, comerciar y demás.
La cocina,
en las haciendas
del siglo XVIII está en un rancho aparte, allí cocinan esclavas africanas, la comida se lleva a la casa, lejos del
humo, y los “trastos” se lavan con la ceniza del fogón en la
acequia que corre junto, donde igual se lava la ropa. En el XIX ya está en la casa y con estufa de
carbón, hay viejas “cocineras” y los niños desayunan allí. En el XX está cerca
al comedor y las “muchachas” pasan las bandejas, y tienen estufa, horno, nevera
y lavadora eléctricos, lavaplatos con agua caliente, y cerca hay un lavadero.
El comedor prácticamente
no existe en las casas de hacienda de las zonas
calientes y templadas, usándose una parte del corredor. Y sólo con la modernidad del siglo XX en
las casas urbanas se acerca al “living
room”, más se los aísla de la cocina con un “office” en donde comen los niños, pero en el XXI ya se juntó con el
ahora llamado “estar” formando un gran espacio, al que cada vez más se abre
directamente la cocina, y los hombres también cocinan en las cenas.
El baño es
hasta el
siglo XIX en un rio o quebrada cercanos, una costumbre indígena, y se usan
letrinas sobre estos o la tierra. Con la construcción de acueductos y
alcantarillados a inicios del XX aparece el cuarto de baño, forrado de azulejos
blanco, en el que se instalan un lavamanos, un inodoro, un “bidet” y una tina, luego hay otro baño más para el cuarto principal, llegando a sumar
uno por cada alcoba, y en el de los padres se ponen dos lavamanos, y al lado un
“walk-in closet”.
El
estar
de alcobas aparece desde finales del siglo XX, llamado “hall de alcobas” y
las principales tienen “vestier”. Recintos estos que, sumados a los dormitorios, a los que
ya se había agregado la alcoba de servicio y muchas veces la de huéspedes, cuyo
baño suele ser el mismo del de las visitas, y una sala de TV o “estudio”, suman un área mayor que la sala, el
comedor y la cocina juntos, espacios proporcionalmente aún más
reducidos en los apartamentos, en los que cada vez vive más gente.
El garaje es
antecedido, hasta fines del XIX, por pesebreras y
“silleros” para guardar aperos y monturas, y sólo a mediados del XX se
comienzan a hacer muchos garajes, acompañados por depósitos, los que ya en el
XXI son, en la vida cotidiana, la entrada más frecuente a casas y edificios de
apartamentos. Pero poco se considera esta doble función, ni que los carros
cambiarán mucho y serán de alquiler y estacionados en otra parte, y que habrá
cada vez más bicicletas, algunas con motor eléctrico.
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