Ir al contenido principal

La mirada. 18.03.2017


           Probablemente fue a partir de la modernidad cuando a los arquitectos se les extravió la mirada, más lo que no admite duda alguna es que el mal que esto ocasionó se extendió rápidamente por todas partes, y ahora sólo miran la imagen de “sus” proyectos pero no el contexto en el que estarán. El resultado es la esquizofrenia urbana que nos rodea en tantas ciudades que sucumbieron al engaño de creer que se podía tumbar todo para construirlo todo de nuevo, y “cambiarle la cara a la ciudad” fue una disculpa idiota para una codicia facilitada por la ignorancia.

Antes, en la medida en que los arquitectos sólo diseñaban monumentos y no disponían para su construcción de muchos materiales para escoger, la diferencia de estos con el resto de las construcciones de la ciudad era sobre todo de tamaño, y de calidad con respecto a la arquitectura popular o vernácula que los rodeaba. Pero ahora los nuevos profesionales de un oficio que no ven como tal, ya no consideran el contexto, ahora disponen de muchos terminados, y ya la arquitectura no es para dioses y reyes sino para todo. Basta con mirar lo que se está construyendo en Cali, por ejemplo.

Pues lo peor es cuando ya ni siquiera importa la mirada egocéntrica y vanidosa del arquitecto sino la codiciosa del negociante al que sólo le importa su imagen asociada a su ganancia, y que en su ignorancia en lo urbano arquitectónico ni siquiera vislumbra el mucho mejor negocio que sería hacer una mejor arquitectura. Una que sea sostenible (en la medida en que las construcciones son inertes no puede ser bioclimática y otra cosa es que lo sea su relación con sus usuarios) y contextual; es decir, que mejore el lugar completándolo pero respetando lo que ya hay allí.
                                                                                                                                                                                Después de ver destruir la mayoría del patrimonio arquitectónico e histórico de esta ciudad sin poder hacer casi nada, lo que queda es analizar las consecuencias de semejante barbaridad. Por lo pronto insistir en tratar de que se entienda que se eliminó buena parte de su historia física, cuyos hitos permitían a varias generaciones de sus habitantes reconocerse en una misma ciudad común, generando por lo contrario un individualismo y un desarraigo que lleva a la intolerancia, a la falta de civismo y la atarbanería del tránsito, y hasta a la violencia misma. 

Todo por no saber o no querer ver la realidad; es decir, que se trata de un problema cultural y por lo tanto político, característico de un país que desde su inicio ha valorado lo que viene de afuera y despreciado lo propio, sobre todo su arquitectura tradicional. Y si Cartagena se conserva (más o menos) no es por lo que representa como patrimonio construido del país, y de la humanidad desde 1984, sino por el buen negocio que son los hoteles para el turismo; lo que es desastroso cuando no se lo controla debidamente, como está pasando en Cali en las narices de todos.

Ya en la posmodernidad a los arquitectos les va a tocar, quieran o no, reencontrarse con la mirada propia del oficio: ver su arquitectura emplazada en el paisaje; es decir, cada vez más, su edificio en una ciudad que no es la suya. Aprehender el lugar antes de proyectar, y entender que casi siempre lo importante no es su edificio sino el espacio urbano que termina de conformar discretamente, mejorándolo pues en casi todos los casos se trata  de uno ya muy maltratado. Probablemente estas sean tan solo palabras al viento, pero igual se deben gritar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La nueva arquitectura. 27.08.2016

        Lo urgente de lo sostenible deberá lograr que la arquitectura de nuevo sea bella y eficiente como fue la edilicia de siempre en todas partes. Los nuevos profesionales, formados en las universidades deberán buscar que las técnicas apropiadas para una arquitectura sostenible los lleven a nuevas formas coherentes, en lugar de inventárselas caprichosamente como en la arquitectura espectáculo, o falsamente ecológicas como en mucha de la vendida como “verde”. Para principiar, lo construido debe durar mucho y ser fácilmente adaptable a nuevas distribuciones y usos, como también para su mantenimiento, remodelación a fondo, o el reciclaje final de sus materiales si es del caso. Y su construcción, uso y mantenimiento debe consumir el mínimo de agua y energía y generar el mínimo de contaminación, sobrantes, escombros y desperdicios. El ejemplo a seguir es desde luego la arquitectura tradicional, tan bien adaptada a su clima, paisaje y tradiciones, que hay qu...

Ciudad, Alcaldía y Concejo 13.08.2022

  Cali, como tantas ciudades en el mundo, afronta amenazas, entre ellas el cambio climático, la posibilidad de una recesión económica global, pandemias, e inmigraciones no deseadas; además de posibles disturbios internos, sobrepoblación creciente y el precario control sobre su área metropolitana irresponsablemente aún no oficializada. Asuntos todos los anteriores en los que en Cali, sus alcaldes, concejales, ciudadanos e instituciones juegan un papel definitivo, pero que ya a inicios de la tercera década del siglo XXI lamentablemente lo hacen cada uno por su lado ignorando, consciente o inconscientemente, las otras opiniones y propuestas en lugar de buscar que sean compatibles. Respecto a la Alcaldía de Cali, hay que recordar que esta debería ser responsable de actualizar el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad, POT, y de llevar a cabo los acuerdos del Concejo Municipal en ese sentido, sin perjuicio de sus propias...

Las dos caras de la ciudad. 08.06.2024

                 Las ciudades son la suma de muchas y variadas edificaciones para vivienda, casas y apartamentos y demás usos complementarios para trabajo, educación, salud, recreación y cultura, además de las necesarias para sus espacios urbanos públicos, calles, plazas y parques, construcciones todas que siempre cambian con el paso de los años y los nuevos sistemas constructivos generando nuevas imágenes, y que están emplazadas en territorios rodeados de paisajes rurales y naturales que también cambian. Ciudades que son habitadas por diversas personas solas o que conforman familias, y a su vez diversas comunidades, todos estos habitantes ocupando diferentes barrios.               Pero en Cali hay más conciencia entre sus funcionarios y ciudadanos de lo que pasa en la ciudad, que de ésta en tanto artefacto, ignorando la importancia que tiene la ciu...