El cubo, uno de los llamados sólidos platónicos, es un poliedro de seis caras y cada una es un plano cuadrado. O se
puede entender como un prisma recto, cuya base es un cuadrado y su altura equivalente al lado de la
base. Incluso como un paralelepípedo, recto y rectangular, pues todas sus caras son de cuatro
lados y paralelas por parejas enfrentadas. Como en la
al-ka'ba (dado, cubo) en la Meca, que
mide 10,67 x 12,19 x 15,24, ms.
Puesto
un cubo sobre el suelo, con las dimensiones apropiadas al ser humano, conforma un
espacio básico que puede llegar a ser el apropiado para una vivienda, ya sea
exenta, como en una hacienda, o entre medianeras, en una ciudad, quedando
verticales cuatro de sus planos y los otros dos horizontales. Uno de estos es
su suelo, los verticales su cerramiento, y el otro horizontal, el que está
arriba, paralelo al suelo, su cubierta.
Pero si se levanta así una
casa, no se puede entrar ni salir y adentro es oscuro y no pasa el aire. Es
preciso, entonces, perforar las paredes con sendos vanos para puertas,
puertaventanas y ventanas. Y como el agua se encharca en la cubierta hay que
inclinarla, o hacerle desniveles, pero es preferible que sea entonces una
azotea, es decir, una cubierta habitable o apenas recorrible, como lo son en
una medina árabe.
Ya se podría habitar esta casa,
que aún sin divisiones sería como una suerte de maloca indígena, pero su
espacio interior resultaría innecesariamente alto por lo que se puede poner un
entrepiso, apoyado en las paredes, y así duplicar el área disponible. Pero se
podría dejar una parte con doble altura, vinculando espacialmente los dos pisos
y conformando un lugar más imponente y significativo para el salón.
Si se necesitan más recintos
habitables siempre es posible adosar otro cubo, y un tercero formando un ángulo
recto, seguido de un cuarto, y al lado de este último, girando de nuevo, un
quinto cubo. Y así constituir un patio cuadrado o, con un cubo más al medio,
rectangular, con corredores o galerías acodados por tres de sus costados, y
cerrado por su cuarto lado por una, o dos, mitades de un plano vertical, tomado
de un cubo extra.
Después, siguiendo de esta
manera una composición de crecimiento progresivo, se puede continuar poniendo más
cubos y conformar un segundo patio con mitades del cubo extra, o usarlas para más
entresuelos. Y al final dejar un solar grande, pues con dos patios basta y más
ya es mucho, el que se termina de cerrar con los otros planos verticales de
dicho cubo extra divididos por la mitad.
Y con los planos de un segundo
cubo extra, hacer divisiones interiores en todos los cubos, y configurar
espacios servidores (como cocina, baños y depósitos) o para circular (como
zaguanes, pasillos, corredores o escaleras), para los espacios servidos (como
son los diferentes recintos de salas, comedores o alcobas). Y sobran los dos
planos horizontales del segundo cubo extra, con los cuales se podría hacer un
tendal en el solar para los esclavos.
Esta configuración es la de la
larga casa de medios patios y solar que conforma la vivienda característica de
las ciudades coloniales de la Nueva Granada, pues apenas las más importantes
tenían patios con crujías por todos sus lados y amplios frentes sobre sus
estrechas calles. Tradición que viene de la antigüedad egipcia a través de la
arquitectura hispanomusulmana, y que llega hasta el siglo XXI en barrios como
San Antonio en Cali, en donde además se la ha reinterpretado por su sostenibilidad
y contextualidad.
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