En la sentencia 172 del Juzgado Doce Civil Municipal de Oralidad de Cali, del 15/06/2016,
se resuelve, primero, “NEGAR la acción de tutela […] con relación a los
derechos fundamentales, a la propiedad privada, al trabajo y a la
libre empresa”, solicitada en contra del autor de esta columna por lo escrito
sobre las obras adelantadas en el colegio de La Sagrada Familia en el parque de
El Peñón, y, segundo, “CONCEDER la acción de tutela” ordenando que “dentro de
las (48) horas siguientes a la notificación” se precisen las afirmaciones
hechas al respecto. Sin embargo y considerando que esta columna es semanal, y
la comprensible imposibilidad de lograr justo al día siguiente el espacio
pedido, y haber solicitado al Juzgado un mayor plazo, sólo se pueden publicar
hoy. Dichas precisiones son:
Al proyecto sobre el cual conceptuó el Comité Municipal de
Patrimonio (una entidad solo consultora y ad honorem) y en el que participé
hace ya varios años, y aprobado por la Subdirección de Ordenamiento
Urbanístico, se le han hecho posteriormente importantes modificaciones como se
puede comprobar comparando las imágenes con que se promociona el proyecto (https://www.google.es/#q=la+sagrada+familia+cali) y lo que ya se puede ver del
mismo en el sitio.
En
mis columnas en El País y Caliescribe.com, escritas sobre el tema, solo comento
lo informado por El País los días 12, 14, 17 y 19 de Mayo del presente año, y El Tiempo el
17 de mismo mes. Si su
información falta a la verdad en algún aspecto, sería el primero en hacer la
aclaración pertinente.
También señalaba el incumplimiento
de las normas existentes respecto a las intervenciones a los bienes inmuebles
de carácter patrimonial y otras irregularidades respecto a la práctica de la
restauración que se han cometido, como lo puede corroborar el comité técnico
del Consejo Departamental de Patrimonio Cultural del Valle del Cauca o
cualquier arquitecto restaurador profesional.
Igualmente reclamaba la falta de
control por parte de las Autoridades respecto a la debida protección del
Patrimonio Construido en Cali, hecho sobre el cual se ha informado bastante en
días pasados y que cualquiera puede comprobar recorriendo el Centro o San
Antonio en donde las demoliciones sin permiso para hacer parqueaderos
continúan.
Además me refiero a los cambios en
la fachada del colegio, los que se pueden verificar con las fotografías
existentes a lo largo de la obra, tomadas por los vecinos, como con las
imágenes usadas en la promoción. Al respecto ya hice un par de precisiones
pertinentes en El País (http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/benjamin-barney-caldas/patrimonio-y-opinion).
Con
relación a lo dicho sobre los inconvenientes causados a los vecinos, se pueden
constatar con sus numerosas cartas a la Secretaría de Planeación durante los
varios años que lleva la obra, la que además abarca toda una manzana junto a
uno de los más activos parque de barrio de la ciudad.
Finalmente, en ninguno de mis
escritos me refiero a los gestores del proyecto ni a este mismo, sino que opino
sobre cómo se adelantan las intervenciones en los Bienes de Interés Cultural de
Cali, BIC, asunto que considero que debe ser del interés de todos los caleños,
pues son fundamentales para su memoria colectiva de la ciudad, y esta para su
mejor convivencia.
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