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Más y menos. 06.02.2016


        Cuando se piensa miopemente en el problema del agua, se habla siempre de cómo obtener más agua pero poco de cómo aprovecharla mejor y no apenas consumirla menos. Tampoco se consideran variables como incentivar más el crecimiento de las ciudades intermedias, en las que se podría solucionar mejor el problema de su abastecimiento de agua, y menos el de las grandes capitales, todas con problemas de abastecimiento y desperdicio por tuberías viejas o dañadas, además de la piratería, cuya solución suele costar más que hacer nuevos acueductos.

        Por ejemplo, en lugar de traer a Cali el agua desde la Cordillera Central, como se ha propuesto, por qué no llevar más gente a vivir en Palmira, en donde no hay problema de abastecimiento, haciendo casas de interés social allá, de donde es más corto llegar al área industrial de Yumbo y por tanto toma menos tiempo, y por supuesto incrementar las industrias localizadas en Palmira.

         En resumen, el problema del agua no es solo el de la sobrepoblación del planeta sino también el de la distribución tanto del agua dulce como la de la gente. Igualmente hay que considerar que la agricultura también utiliza masivamente agua para irrigación, lo mismo que la industria, y por lo tanto es un asunto de planificación del territorio, pese a lo cual no se considera a fondo en los POT. Y de otro lado lo pertinente no es pensar sólo en el agua sino igualmente en que no toda el agua para las ciudades no debe ser necesariamente potable.

Por eso al tiempo que se necesita más agua para las ciudades hay que consumir menos y sobre todo desperdiciarla mucho menos en las viviendas. Es criminal, hay que repetirlo, lavar inodoros con agua potable, pero igualmente lo es tirar las aguas apenas jabonosas de duchas, lavamanos, lavaderos y lavadoras al alcantarillado. Se pueden recoger, pasarlas por una trampa de grasas y almacenarlas, junto con la de la lluvia, en un tanque bajo, para reutilizarlas para lavar los inodoros, exactamente, utilizando una pequeña bomba, ojala movida por energía solar, para llevarla a un tanque Alto. En todas las construcciones nuevas deberían ser obligatorio y no debe ser necesario que sea muy caro como dicen los expertos miopes.

La fuente de casi toda el agua dulce utilizada en las ciudades es su precipitación en la atmósfera terrestre en forma de niebla , lluvia y nieve , principalmente en los páramos y cuencas altas de los ríos, arroyos y quebradas, la que después se encuentra en pantanos , humedales, lagunas , lagos , y bajo la superficie como agua subterránea en acuíferosy corrientes de agua subterránea. Proteger de verdad los páramos y cuencas altas y todas las superficies de agua es urgente, como lo es el caso de la laguna de Sonso denunciado por Carlos Porges hace unos días en estas páginas.

Y qué se espera para hacer pequeños reservorios en la ladera de Cali aprovechando los seis ríos que la cruzan, como se ha insistido en esta columna, para alimentar varios acueductos, y que podrían ser al tiempo bellos parques urbanos, como ya lo es el Parque de la babilla. Serian probablemente más económicos que una sola gran obra, ya sea una gran represa o traer agua del otro lado de la cordillera,   y con seguridad a más corto plazo y se pueden acometer simultáneamente. Igualmente hay que recoger el agua lluvia de las calles para reservorios en la parte baja de la ciudad, en lugar de tirarla a contaminado río Cauca.

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