Sobrepoblación galopante, cambio climático evidente, disminución acelerada
de la biodiversidad, terrorismo a gran escala y todo ya ineludiblemente globalizado.
No se entiende de que se ríen las personas en las páginas sociales ¿será para
disimular su preocupación? En todo caso se muestran optimistas; una postura psicológica y
filosófica que, en forma moderada, la medicina ha demostrado que es buena para
conservar la salud física y psicológica y
para la vida individual (https://es.wikipedia.org/wiki/Optimismo); mas en contra de la vida
de todos.
Ayer ya éramos 7.324.621.926 personas (http://countrymeters.info/es/World) consumiendo agua,
combustibles no renovables y comida, y contaminando todo, lo que ha significado
un cambio climático cada vez más evidente y la disminución de la biodiversidad cada
vez más acelerada, al punto de que en menos de un siglo podrá haber desaparecido
la mitad de las especies que existen actualmente (https://es.wikipedia.org/wiki/Extinción) con
todos los problemas que eso conlleva, pues sus mutuas interacciones con el
resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el
planeta.
El terrorismo fundamentalista religioso va a generar más
emigraciones masivas y violentas, y puede llegar a desencadenar más guerras
civiles, e incluso ataques con armas de
gran poder destructivo. Barack Obama ya calificaba hace cinco años al
terrorismo nuclear como "la amenaza a la seguridad nacional más importante
que encaramos” (Graham Allison (26 de enero de 2010). «A Failure to Imagine the Worst». Foreign Policy).
Y todo esto, ineludiblemente en un mundo cada vez más globalizado,
nos afecta a todos por más de que riamos para las fotos. Y para peor de males
los organismos internacionales no tienen autoridad sobre los países que
realizan actividades que alimentan los problemas mundiales mencionados arriba.
Cada vez hay menos lugar para el optimismo, pues el vaso ya no está medio vacío
ni medio lleno: se está desocupando. Sin embargo recordarlos no es pesimismo;
todo lo contrario: es abrir los ojos.
Y en Cali lo que se
está desocupando son los ríos pues dejamos acabar con sus cuencas. Del problema
que representa el jarillón del río Cauca no se volvió a decir nada y se insiste
en decir que la ciudad “apenas” va por dos millones y medio de habitantes
basándose en unos censos que no contabilizan los caleños que duermen en los
municipios aledaños. Los incendios de sus cerros y la falta de lluvia acaban
con su flora y fauna, y el río Cauca ya es un rio muerto mientras los otros
seis van desapareciendo uno a uno. Y su inseguridad sigue y el año pasado fue la ciudad más
peligrosa de Colombia por segunda vez consecutiva (NoticiasUno | enero 5, 2014) y la
corrupción es rampante.
Pero el problema de fondo es que ninguno de los asuntos
mencionados se podrá comenzar a resolver si no se lo reconoce como tal, y el
tiempo para tomar medidas es cada más corto. En conclusión, pongámonos serios y
votemos en contra de los candidatos que no se han dado por aludidos al respecto
y siguen prometiendo toda clase de acciones que no están inscritas dentro de
esta problemática global: elijamos el blanco. En la última encuesta disputa con
el12% el tercer lugar en intención de voto en Cali y los que aún no se deciden
son 18% (Semana Nº1741, 13/09/2015); si se sumaran al blanco seria todo un
campanazo de alerta.
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