Ir al contenido principal

La Cali real. 24.08.2012


De unos 3.000 habitantes a fines del siglo XIX, pasó a cerca de 30.000 a inicios del XX, y después a 300.000 cuando fue la ciudad que más crecía en el mundo a mediados del siglo después de San Pablo, a base de inmigrantes casi todos de pequeñas poblaciones y el campo. Ya entrado el XXI se acerca a 3.000.000, la mayoría jóvenes, si se suma su población flotante, los desplazados, y los que viven en los municipios aledaños, que son cinco y de dos departamentos diferentes. Como pocos de sus habitantes llevan varias generaciones aquí, esta es una ciudad sin ciudadanos propios. Tiene muchos menos años de los que cada año le celebramos, y muchísimos más habitantes de los que periódicamente contamos mal. Esto por supuesto ocasiona problemas de marginación social y gobernabilidad. Ya no es Santiago de Cali,  ni “la sucursal del cielo” sino megaCali. Y si seguimos destruyendo su patrimonio e importando su cultura, pronto será otra ciudad, aparte de la espera de una tragedia, pues continúa la amenaza sísmica y la micro zonificación se ignora.
                                                                                                                                                                      Aquí la movilización depende sólo de los automotores, aunque los carros son comparativamente pocos, y pese a que hay muchos cruces a dos niveles su circulación está restringida semanalmente, mientras motos y buses y taxis desocupados ocupan las vías, consumiendo y contaminando. Su señalización es antitécnica, repetida u obsoleta, y no se tapan los huecos si no que se agregan “policías acostados”, y no hay casi ciclorutas pese a sus muchas bicicletas, o están mal diseñadas. Su transporte colectivo es incompleto, mal planeado y peor construido, y desde luego no podrá ser el único medio de un verdadero sistema integrado de transporte urbano, como se ha dicho ignorando que en todas partes siempre se usan varios. No hay suficientes semáforos ni tienen tiempo para los peatones, y la gente pide puentes peatonales pese a que muchos no los pueden usar, y ni siquiera hay buenos andenes o están desfigurados u ocupados por carros, y los nuevos pasos pompeyanos y rampas peatonales están mal emplazados. Y como no sabemos caminar ni manejar carro hay muchos accidentes.
                                                                                                                                                                      Cali es diferente a las ciudades que usualmente tomamos como referentes, y los parámetros que usamos son de países desarrollados y con estaciones. La Administración Municipal se ha burocratizando y se han privatizado sus proyectos, funciones y tareas, pero no se entiende la necesidad de que sus alcaldes puedan ser reelegidos, y creemos que su belleza y memoria son lujos prescindibles. No vemos que hay que reinventarla aprendiendo del pasado para no destruir su futuro, y que no tenemos otra vida para hacerlo. Que hay que aprovechar que después de la Revolución Cubana la agroindustria volvió importantes las ciudades vecinas, como Buga, Palmira y Santander, y que existe de hecho un área metropolitana de Yumbo a Jamundí. Mas en una ciudad que se miente así misma como la más feliz del mundo, hay que entender primero la simbiosis entre las ciudades, en tanto que artefactos y obras de arte colectivo, y sus habitantes en tanto que ciudadanos. Que si la cultura ciudadana y el urbanismo no van de la mano, y este de la arquitectura, se seguirá deteriorando, lo que es peor a que colapse.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El (des) Gobierno Municipal. 21.05.2016

         El desordenado proceso del control del patrimonio construido en la ciudad, y en realidad de todo lo que se construye o destruye en Cali, lamentablemente suena a la vieja canción: songo le dio a borondongo, borondongo le dio a bernabé, bernabé le pego a muchilanga, le hechó a burundanga y le hincha los pies. Es el futuro cantado de San Antonio, el triste pasado del Centro de Cali, el escandaloso caso allí del Hotel Aristi, y el sainete del Colegio de La Sagrada Familia, frente al parque del barrio El Peñón.                                                                                                                                 ...

Soñar Políticas para la Polis. 07.12.2013

   El descontrolado incremento demográfico mundial lleva   cada vez más gente a vivir en las ciudades. Y su rapidez aquí, un buen negocio para empresarios, terratenientes y contratistas, significó más delincuencia y   accidentes de tránsito, la demolición del patrimonio cultural (memoria colectiva) y   la construcción de edificios espectáculo (que no espectaculares) e inseguros, y el despilfarro de energía y agua potable. Es el caso de los tres millones de Cali, que nadie quiere contar.                                                                                 ...

La nueva arquitectura. 27.08.2016

        Lo urgente de lo sostenible deberá lograr que la arquitectura de nuevo sea bella y eficiente como fue la edilicia de siempre en todas partes. Los nuevos profesionales, formados en las universidades deberán buscar que las técnicas apropiadas para una arquitectura sostenible los lleven a nuevas formas coherentes, en lugar de inventárselas caprichosamente como en la arquitectura espectáculo, o falsamente ecológicas como en mucha de la vendida como “verde”. Para principiar, lo construido debe durar mucho y ser fácilmente adaptable a nuevas distribuciones y usos, como también para su mantenimiento, remodelación a fondo, o el reciclaje final de sus materiales si es del caso. Y su construcción, uso y mantenimiento debe consumir el mínimo de agua y energía y generar el mínimo de contaminación, sobrantes, escombros y desperdicios. El ejemplo a seguir es desde luego la arquitectura tradicional, tan bien adaptada a su clima, paisaje y tradiciones, que hay qu...