Ir al contenido principal

El “Túnel Mundialista” de la Avenida Colombia. 20.07.2013


Este paso inferior en la Avenida Colombia, que no túnel, sin duda es conveniente para el tránsito que va directo a Versalles o continua por la Carrera Primera, como fue lo propuesto en el Plan del Centro Global hace unos años. Pero aunque es el “túnel” urbano más largo del país, lo que no significa nada importante (para no hablar de su ridículo nombre), aun es el más lento y a su salida, en pendiente y con curvas y contracurvas, sí están autorizados 60 kilómetros por hora, la velocidad permitida en las vías arterias de la ciudad, aunque no es posible mantenerla, lo que dice mucho de la improvisación de su demarcación y señalización.
                                                                                                                                                                      Ya pasaron de 40 a 50 dicho tope, que debería ser de 60, en lugar de primero organizar los carriles, pues a la entrada y por unos 150 metros debería mantenerse en 40 para facilitar el entrecruzamiento de los vehículos que acceden desde la Calle Quinta y van para Versalles, pasando del cuarto carril al segundo, mientras los que bajan por la Avenida Colombia a continuar por la Carrera Primera lo deberían hacer del segundo al tercero. Las motos que van a Versalles deberían ir por el segundo carril mientras que las que van a la Carrera primera por el cuarto, por lo que deberían ser más anchos. Pensar que todas deben ir juntas por el cuarto carril y que las que van a Versalles se pasen al final al segundo atravesando el tercero es peligroso.
                                                                                                                                                                      Todo esto se hubiera simplificado si solo se hubieran pasado tres carriles por debajo, como se propuso en el mencionado plan, dejando dos arriba, para un total de cinco y no apenas cuatro como quedó. Fue una grave equivocación suprimir totalmente el tránsito por la Avenida Colombia en ese trayecto, pues le daba animación y seguridad, y acceso a los que habitan allí, como lo están reclamando, ni siquiera dejaron una ciclovía, y es lo que disuadirá a los que traten de poner algún tipo de comercio. Y permitía la entrada y salida al Centro por ese costado, y que los que vengan desde el Oeste no tengan que desviarse hasta la Carrera 10 para hacerlo.
                                                                                                                                                                      Ya van 61 millardos y el “túnel” está sin terminar. La señalización se está poniendo poco a poco, y faltan las bombas de achique, que exigió EMCALI, atenidos a que el río Cali se bote solo cada muchos años, pero sin considerar que con el cambio climático aquí lloverá más, y que las cabeceras y cuencas del Cali y el Aguacatal están cada vez más desforestadas. Y asusta que revivan la estúpida idea de poner muros a lo largo de la Avenida Colombia para que no se inunde pues anunciaron unas obras dizque para evitarlo. Al fin y al cabo ya demolieron a espaldas de los caleños 700 metros de barandas y pérgolas originales de la Avenida Colombia.
                                                                                                                                                                      Pero tal parece que nadie le da importancia a dicho patrimonio, ni a la agradable sorpresa de encontrar al salir del túnel de repente la llamada Torre de Cali, la que así adquirió finalmente una acertada presencia urbana, con la ventaja adicional de que no está justo en el eje sino a un costado, restándole imponencia, lo que es afortunado tratándose de un edificio muy alto y que está muy cerca. Pero la bella perspectiva que se tenía desde la Calle Octava hacia la Ermita se malogró con las chimeneas de ventilación, incluso para los peatones. Perspectivas que son precisamente las que hacen de una ciudad una experiencia memorable; no sus túneles.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ciudad, Alcaldía y Concejo 13.08.2022

  Cali, como tantas ciudades en el mundo, afronta amenazas, entre ellas el cambio climático, la posibilidad de una recesión económica global, pandemias, e inmigraciones no deseadas; además de posibles disturbios internos, sobrepoblación creciente y el precario control sobre su área metropolitana irresponsablemente aún no oficializada. Asuntos todos los anteriores en los que en Cali, sus alcaldes, concejales, ciudadanos e instituciones juegan un papel definitivo, pero que ya a inicios de la tercera década del siglo XXI lamentablemente lo hacen cada uno por su lado ignorando, consciente o inconscientemente, las otras opiniones y propuestas en lugar de buscar que sean compatibles. Respecto a la Alcaldía de Cali, hay que recordar que esta debería ser responsable de actualizar el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad, POT, y de llevar a cabo los acuerdos del Concejo Municipal en ese sentido, sin perjuicio de sus propias potestades; y que debe ser consciente de que es la máxima autor

La nueva arquitectura. 27.08.2016

        Lo urgente de lo sostenible deberá lograr que la arquitectura de nuevo sea bella y eficiente como fue la edilicia de siempre en todas partes. Los nuevos profesionales, formados en las universidades deberán buscar que las técnicas apropiadas para una arquitectura sostenible los lleven a nuevas formas coherentes, en lugar de inventárselas caprichosamente como en la arquitectura espectáculo, o falsamente ecológicas como en mucha de la vendida como “verde”. Para principiar, lo construido debe durar mucho y ser fácilmente adaptable a nuevas distribuciones y usos, como también para su mantenimiento, remodelación a fondo, o el reciclaje final de sus materiales si es del caso. Y su construcción, uso y mantenimiento debe consumir el mínimo de agua y energía y generar el mínimo de contaminación, sobrantes, escombros y desperdicios. El ejemplo a seguir es desde luego la arquitectura tradicional, tan bien adaptada a su clima, paisaje y tradiciones, que hay que reinterpretar con

De urbe a utopía 17.09.2022

  Urbes son aquellas ciudades muy populosas, como es el caso de Cali, que ya va para tres millones de habitantes en su área metropolitana aún no oficializada, pero igualmente se las relaciona con las capitales, o con las ciudades más importantes y educadas del mundo, lo que no es el caso de Cali. Sin embargo, el que no sea una urbe no debe implicar para nada el que se descuide tanto su urbanización, se desconozca tanto el urbanismo y la arquitectura, ni que sus habitantes carezcan de urbanidad, todo lo cual lleva a la pertinencia de su utopía como urbe futura para mejorar la ciudad actual retomando lo mejor de su pasado cuando era una pequeña villa colonial al lado de un río. Urbanización es la acción y efecto de urbanizar, y cuyo resultado final es un núcleo residencial supuestamente urbanizado; lo que no es el caso de Cali, en la que varios de sus sectores periféricos son loteos y construcciones ilegales o directamente invasiones espontáneas, o instalaciones industriales o comerciale