En los
primeros 150 días de este año, 93
personas perdieron la vida en accidentes de tránsito en Cali (más de una cada
dos días), según informó la Secretaría de Tránsito. Peatones, motociclistas y
ciclistas encabezan la lista, y las autoridades lo atribuyen –equivocadamente-
sólo a su imprudencia en las vías, la que sí que es evidente. “Vemos, por ejemplo, que los peatones que son
adultos mayores son los más vulnerables a ser víctimas de accidentes de
tránsito. Su percepción y atención en las vías disminuye. Si a eso le sumamos
comportamientos como excesos de velocidad e imprudencia, vemos como se forma el
escenario propicio para los accidentes”, dice Maribel Ramírez inspectora del Grupo de Educación y Cultura
de la Secretaría de Tránsito (El País, 21/06/2014).
La
verdad es que esos accidentes y casi todos de los demás, se deben por lo
contrario principalmente a la deficiencia de las vías de la ciudad. A la
carencia de andenes anchos, llanos, sin obstáculos y continuos, y por supuesto
debidamente arborizados, a que son invadidos por carros, vendedores y negocios (otra cosas son las terrazas
adjuntas a ellos), a la falta de continuidad de los carriles de las calzadas, a
su pésima señalización y demarcación, a la falta de semáforos sincronizados, y
a que la gente aquí sencillamente no sabe manejar bien…ni podría hacerlo
mientras que las calles de Cali sigan siendo como son. Mientras no existan
ciclovías de verdad y ciegamente se siga ignorando el corredor férreo –el
principal espacio público de la ciudad- y el tren de cercanías como columna
vertebral de la movilidad de Cali y su área metropolitana, y de la ciudad
misma.
Es cierto
que la Secretaría de Tránsito ha tomado
medidas de control estrictas, como las fotomultas y la vigilancia a la
alcoholemia, pero como asegura
James Gómez, director regional del Fondo de Prevención Vial, han generado impacto en las estadísticas pero
“en este caso la reducción es muy baja”. Por su parte Ciro Jaramillo, de
la Universidad del Valle, afirma con toda la razón que para toda la inversión
que se está haciendo en infraestructura “los peatones son altamente vulnerables
en las vías porque no cuentan con ningún tipo de protección”. Y Hernando Uribe,
de la Universidad Autónoma de Occidente, considera que “cambiar el
comportamiento de peatones y motociclistas no se logra solo con sanciones, se
necesita un fuerte componente de pedagogía, con proyectos educativos para todos
los actores viales”.
Al respecto, la Secretaría de Tránsito informa que
ha adelantado más de 50 mil capacitaciones sobre comportamiento vial durante
2014, y que en colegios, empresas y escuelas de conducción adelantan campañas
para promover adecuadas maneras de conducir. Mas como dice Maribel Ramírez,
“eso trae cambios significativos, pero lograr conciencia y cultura ciudadana no
se da de un día para otro”. Ya se sabe por las pruebas PISA que los estudiantes
colombianos están mal formados, y algo se ha dicho que sus profesores también
lo están. Eso explica el que se le eche la culpa de los accidentes sólo a la
gente y no principalmente a las vías, calzadas, separadores y andenes, a su pésimo
diseño y mantenimiento. Que se insista en hablar de “movilidad” cualidad
de movible, y no de movilización, acción y efecto de movilizar, en este caso
personas.
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