Ir al contenido principal

Conocimiento y política. 10.06.2023

 El no percibir la importancia de un adecuado urbanismo y arquitectura para la mejor calidad de vida en las ciudades colombianas, por parte de la gran mayoría de sus nuevos habitantes, ha llevado a que muchos políticos, dirigentes, académicos, periodistas y empresarios se desentiendan de dichos temas, y  poco contribuyen a mejorar las ciudades y con ellas sus propios intereses. Temas en los que se ha insistido repetidamente en esta columna desde hace más de veinte años pero que es necesario fortalecer, debatir y difundir entre los habitantes de las ciudades para que se conviertan en verdaderos ciudadanos que comprendan que su derecho a elegir debe ser para ellos una obligación con su ciudad.

El acelerado crecimiento de todas las ciudades colombianas y la propiedad privada del suelo urbanizable alrededor de ellas, incluso si no era lo indicado, llevó a la improvisación urbana y arquitectónica siguiendo ejemplos extranjeros pero ignorando las diferencias geográficas e históricas; o imitando simples modas ya pasadas de moda, volviendo la arquitectura y su construcción un negocio más sin mayores consecuencias éticas ni legales. Es urgente poder contar con planificadores, urbanistas, arquitectos, paisajistas y constructores conocedores de las circunstancias propias de las ciudades en el trópico caliente, templado o frío, y las raíces y tradiciones culturales de unas y otras.

Por otro lado, las consecuencias del cambio climático llevarán cada vez más pronto a indispensables cambios en la arquitectura y construcción de los edificios, y de contera en el urbanismo de las ciudades; y será entonces imperativo no pasar por alto sus diferencias geográficas en tanto relieve, suelo, clima, vegetación y agua dulce, y en consecuencia en sus diversos paisajes. En Colombia las posibilidades de obtener energía hidráulica, eólica y solar son grandes, y lo mismo el poder recurrir a climatizaciones pasivas y no consumidoras de energía, al re uso de las aguas servidas y el poder disponer de vergeles y huertos caseros y no copiar jardines de países con estaciones.

La deficiente normatividad urbana, arquitectónica y constructiva en muchas ciudades, que además se cambia frecuentemente, acompañada por falta de control y corrupción, ha permitido la equivocada y frívola práctica de la arquitectura y el urbanismo, por lo que es perentorio repensar a su control profesional y ético por parte del gremio y de las autoridades. También sería muy conveniente que la práctica profesional de la planificación, el urbanismo, la arquitectura, el paisajismo y la construcción fuera responsabilidad de personas con maestría o incluso doctorado en esos campos, pero sobre todo con largas pasantías en otras partes con profesionales ya reconocidos por sus obras.

En conclusión, toca repensar la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo, y su práctica, y apoyar más las iniciativas en ese aspecto han surgido por parte de los mismos profesores en varias facultades de arquitectura. Durante siglos la arquitectura se aprendía trabajando con reconocidos arquitectos, como también lo hicieron los más importantes arquitectos modernos, pero desde hace poco más de un siglo se enseña teóricamente por profesores que en general poco investigan, escriben, proyectan o construyen. Por otro lado, es preciso informar a los ciudadanos para que puedan elegir alcaldes y concejales más interesados en las ciudades y su arquitectura, y conocedores de las mismas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las dos caras de la ciudad. 08.06.2024

                 Las ciudades son la suma de muchas y variadas edificaciones para vivienda, casas y apartamentos y demás usos complementarios para trabajo, educación, salud, recreación y cultura, además de las necesarias para sus espacios urbanos públicos, calles, plazas y parques, construcciones todas que siempre cambian con el paso de los años y los nuevos sistemas constructivos generando nuevas imágenes, y que están emplazadas en territorios rodeados de paisajes rurales y naturales que también cambian. Ciudades que son habitadas por diversas personas solas o que conforman familias, y a su vez diversas comunidades, todos estos habitantes ocupando diferentes barrios.               Pero en Cali hay más conciencia entre sus funcionarios y ciudadanos de lo que pasa en la ciudad, que de ésta en tanto artefacto, ignorando la importancia que tiene la ciu...

De urbe a utopía 17.09.2022

  Urbes son aquellas ciudades muy populosas, como es el caso de Cali, que ya va para tres millones de habitantes en su área metropolitana aún no oficializada, pero igualmente se las relaciona con las capitales, o con las ciudades más importantes y educadas del mundo, lo que no es el caso de Cali. Sin embargo, el que no sea una urbe no debe implicar para nada el que se descuide tanto su urbanización, se desconozca tanto el urbanismo y la arquitectura, ni que sus habitantes carezcan de urbanidad, todo lo cual lleva a la pertinencia de su utopía como urbe futura para mejorar la ciudad actual retomando lo mejor de su pasado cuando era una pequeña villa colonial al lado de un río. Urbanización es la acción y efecto de urbanizar, y cuyo resultado final es un núcleo residencial supuestamente urbanizado; lo que no es el caso de Cali, en la que varios de sus sectores periféricos son loteos y construcciones ilegales o directame...

La nueva arquitectura. 27.08.2016

        Lo urgente de lo sostenible deberá lograr que la arquitectura de nuevo sea bella y eficiente como fue la edilicia de siempre en todas partes. Los nuevos profesionales, formados en las universidades deberán buscar que las técnicas apropiadas para una arquitectura sostenible los lleven a nuevas formas coherentes, en lugar de inventárselas caprichosamente como en la arquitectura espectáculo, o falsamente ecológicas como en mucha de la vendida como “verde”. Para principiar, lo construido debe durar mucho y ser fácilmente adaptable a nuevas distribuciones y usos, como también para su mantenimiento, remodelación a fondo, o el reciclaje final de sus materiales si es del caso. Y su construcción, uso y mantenimiento debe consumir el mínimo de agua y energía y generar el mínimo de contaminación, sobrantes, escombros y desperdicios. El ejemplo a seguir es desde luego la arquitectura tradicional, tan bien adaptada a su clima, paisaje y tradiciones, que hay qu...