Cada día la movilidad en esta descontrolada ciudad, en la que se ha vuelto Cali, es más caótica, lenta, peligrosa, ruidosa y desagradable, es el permanente acoso de todos a todos en todas partes; y la solución está en acometer varias iniciativas necesariamente simultáneas e integradas aunque lo sean a diferentes plazos y con prioridades diferentes cada una y en el conjunto. Para principiar, hacer un plan vial a largo plazo del área metropolitana y varios locales inmediatos o provisionales; segundo, identificar posibles ciudades dentro de la ciudad; tercero, dotar a Cali de un verdadero transporte público nuestro; y, finalmente, educación cívica para todos.
Un plan
vial a partir de los usos del suelo actuales y los recorridos que generan, y
que determine el de usos del suelo a largo plazo, y como columna vertebral el
nuevo eje urbano y regional ya propuesto a lo largo de la vía férrea entre
Yumbo y Jamundí, incluyendo un tren de cercanías con un ramal a Palmira, una
autopista urbana con trolebuses, el par vial de la 25/26 con amplios andenes y
ciclovías, y dos parques lineales y una alameda. Dar continuidad a las
principales vías norte-sur y oeste-este, con ciclovías y amplios andenes,
uniendo la principal a Buenaventura y a Palmira. Y andenes anchos, llanos
y arborizados en todas las calles.
Ciudades
dentro de la ciudad, fomentadas alrededor de potenciales centralidades
peatonales y para bicicletas, lo más cerca posible a los cruces de las
principales vías oeste-este con el nuevo eje norte-sur, y que incluyan uno o
más centros comerciales existentes o a construir y prohibir ubicarlos en
cualquier otra parte de la ciudad; y constituidas por súper manzanas uniendo
cuatro de las existentes por dos vías de tránsito local y rodeadas por otras
cuatro de tránsito sectorial que las unirían con las vecinas y, llegando a las
vías principales, con el resto de la ciudad y su área metropolitana que es lo
primero que hay que oficializar pues de hecho existe.
Transporte público multimodal e integrado: masivo con el tren de
cercanías y buses o trolebuses biarticulados; colectivo mediante trolebuses y
buses articulados; y local mediante buses pequeños más los del transporte
tradicional, legalizándolos y chatarrizando poco a poco sólo los que estén en
peor estado; y en las estaciones contar con espacio para dejar bicicletas y en
los buses más grandes para llevarlas. Estaciones y paradas ubicadas en función
de origen y destino de los viajes con máximo de dos transbordos en cada
recorrido dado el pertinente planteamiento ortogonal de un nuevo plan vial,
como el de las calles de la ciudad fundacional hace cinco siglos.
Educación cívica permanente para todos los habitantes de la ciudad, pero
agradable y variada, haciendo énfasis en el correcto comportamiento en sus
espacios urbanos públicos como lo son los andenes y calzadas de todas las
calles, avenidas y vías, y en el debido respeto en ellas a los peatones; e
igualmente en las terrazas, plazoletas, plazas, parques y zonas verdes o
deportivas. Por otro lado es ineludible la revisión a fondo de la nomenclatura
de la ciudad, la cual está oculta o simplemente no existe, y la de la
señalización y demarcación de las vías y calles la que con frecuencia es
obsoleta, confusa o contradictoria, llevando a que se la ignore para poder
avanzar.
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