Ir al contenido principal

Sindéresis urbana. 28.03.2020


      Pertinentes las columnas de David Yanovich y Gonzalo Hernández en El Espectador, 25/03/2029, y la de Emilio Sardi, “Equilibrio”, en El País, 24/03/2029, que llevan a preguntarse si de nuevo será peor el remedio que la enfermedad, como él lo advierte, considerando que en unas semanas no se habrán encontrado los medicamentos ni la vacuna para el Covid-19, y así evitar el todo o nada que tanto nos ha costado.
         En Japón sin confinarse totalmente está controlado; México, con el doble de habitantes que Colombia, tiene menos muertos; EE. UU. Muchísimos más en un solo día; y en Brasil el contagio aumentó. Lo que sí es claro es que el contagio se produce cuando una persona infectada tose o estornuda y expulsa partículas que entran en contacto con otras personas cercanas, y por eso el problema radica es en las concentraciones urbanas y proporcionalmente a las mismas, y en que los viajeros lo transportan entre ellas.
    Por otro lado aquí poco se ha informado de las muertes ocasionadas por otras enfermedades ni cual es comparativamente la tasa de mortalidad; ni tampoco cómo ha cambiado la seguridad en las calles y viviendas. Antes los periódicos reseñaban casi todas las muertes que podían pero ahora sólo informan de los nuevos casos debidos al nuevo virus en todo el mundo pero sin mayor análisis de lo que significan.
       Y lo de los motines y muertes en las cárceles y las aglomeraciones el martes pasado en Cali, es un aviso sobre lo que podría pasar si los que trabajan a diario, formalmente o no, no lo pueden hacer y se les acaban los ahorros si es que los tienen, y hasta cuando los muchos que viven de la ayuda de los que circulan por las calles no podrán contar con ella, y cuándo y cómo llegará la del Estado ya prometida pero nada.
      Es urgente disponer de información más completa, pertinente y equilibrada, que explique las diferencias de lo que está ocurriendo entre diferentes países, y dentro de ellos entre diferentes ciudades, como las hay entre Alemania e Italia y España, o entre Madrid o Barcelona; o en una misma ciudad entre sus distintos sectores. Lo que mucho ayudaría a entender mejor sus propios problemas y soluciones particulares.
     Una sindéresis urbana, es decir, la capacidad natural de los ciudadanos (los que pueden votar) para juzgar con acierto la ciudad y todos sus habitantes, que permita a sus autoridades no recurrir a medidas extremistas, “todos en la cama o todos en el suelo” que resultan agravando lo que intentan arreglar con medidas más drásticas pero sin contar con suficiente autoridad para hacerlas cumplir a cabalidad. 
     Lo que urge son medidas equilibradas como la de Jamundí, si es cierta: “pico y cedula” para mercar, ir al banco y similares, que podría reducir considerablemente la gente en las calles; y permisos para los que tengan que trabajar todos los días y no lo puedan hacer en su casa, como los ya autorizados para las actividades agropecuarias entre otras, pero sin disparar las excepciones, a las que aquí somos tan dados.
    En las construcciones y talleres los trabajadores podrían estar separados y con horarios diferentes. Y en la calles bastaría con menos peatones y que guarden distancias y no toquen nada, y en los parques estarían con sus perros al aire libre y muy separados entre ellos. Y en los restaurantes, que además de los domicilios ¿por qué no que atiendan comensales en la mitad de sus mesas para mantenerlos suficientemente separados?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ciudad, Alcaldía y Concejo 13.08.2022

  Cali, como tantas ciudades en el mundo, afronta amenazas, entre ellas el cambio climático, la posibilidad de una recesión económica global, pandemias, e inmigraciones no deseadas; además de posibles disturbios internos, sobrepoblación creciente y el precario control sobre su área metropolitana irresponsablemente aún no oficializada. Asuntos todos los anteriores en los que en Cali, sus alcaldes, concejales, ciudadanos e instituciones juegan un papel definitivo, pero que ya a inicios de la tercera década del siglo XXI lamentablemente lo hacen cada uno por su lado ignorando, consciente o inconscientemente, las otras opiniones y propuestas en lugar de buscar que sean compatibles. Respecto a la Alcaldía de Cali, hay que recordar que esta debería ser responsable de actualizar el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad, POT, y de llevar a cabo los acuerdos del Concejo Municipal en ese sentido, sin perjuicio de sus propias potestades; y que debe ser consciente de que es la máxima autor

La nueva arquitectura. 27.08.2016

        Lo urgente de lo sostenible deberá lograr que la arquitectura de nuevo sea bella y eficiente como fue la edilicia de siempre en todas partes. Los nuevos profesionales, formados en las universidades deberán buscar que las técnicas apropiadas para una arquitectura sostenible los lleven a nuevas formas coherentes, en lugar de inventárselas caprichosamente como en la arquitectura espectáculo, o falsamente ecológicas como en mucha de la vendida como “verde”. Para principiar, lo construido debe durar mucho y ser fácilmente adaptable a nuevas distribuciones y usos, como también para su mantenimiento, remodelación a fondo, o el reciclaje final de sus materiales si es del caso. Y su construcción, uso y mantenimiento debe consumir el mínimo de agua y energía y generar el mínimo de contaminación, sobrantes, escombros y desperdicios. El ejemplo a seguir es desde luego la arquitectura tradicional, tan bien adaptada a su clima, paisaje y tradiciones, que hay que reinterpretar con

De urbe a utopía 17.09.2022

  Urbes son aquellas ciudades muy populosas, como es el caso de Cali, que ya va para tres millones de habitantes en su área metropolitana aún no oficializada, pero igualmente se las relaciona con las capitales, o con las ciudades más importantes y educadas del mundo, lo que no es el caso de Cali. Sin embargo, el que no sea una urbe no debe implicar para nada el que se descuide tanto su urbanización, se desconozca tanto el urbanismo y la arquitectura, ni que sus habitantes carezcan de urbanidad, todo lo cual lleva a la pertinencia de su utopía como urbe futura para mejorar la ciudad actual retomando lo mejor de su pasado cuando era una pequeña villa colonial al lado de un río. Urbanización es la acción y efecto de urbanizar, y cuyo resultado final es un núcleo residencial supuestamente urbanizado; lo que no es el caso de Cali, en la que varios de sus sectores periféricos son loteos y construcciones ilegales o directamente invasiones espontáneas, o instalaciones industriales o comerciale