Como se dijo en columnas anteriores, respecto al emplazamiento,
uso y construcción de los edificios y ciudades en ¿Qué es la arquitectura? y
100 preguntas más, 2016, Rasmus Waern y Gert Wingärdh también se refieren a
su forma, y dicen al respecto que “una casa nunca es tan bonita como cuando
atesora el paso del tiempo” (p. 2), lo que en ciudades que han crecido muy
rápidamente, como Cali, pocos entienden.
También indican que “existe un significado muy
importante cuando se cruza un umbral, sobre todo uno de gran altura” (p. 3) ya
que “la interacción entre abierto y cerrado es la esencia que subyace en la
arquitectura” (p. 5), en otras palabras es al arte y la técnica de disponer los
vanos de los cerramientos y divisiones de los espacios de una edificación para
que se pueda usar y al tiempo que emocionen.
Y señalan al respecto como “los defectos
artísticos rara vez pueden corregirse más tarde” (p. 12) y que “no hace falta que transcurra mucho tiempo
para que una construcción empiece a cambiar su forma, tanto si se quiere como
si no” (p. 13) pues “sin un cambio continuo, la arquitectura se convierte en
banal” (p. 20). Mas es preciso señalar que dicho cambio no puede ser apenas
frívolo.
“La
austeridad perfecciona un proyecto y confiere su belleza a la vida del
edificio” (p. 24) pero por lo contrario en los lugares de culto “se espera que
su arquitectura exprese algo celestial” (p. 30) y el hecho es que “en todos los
espacios más grandes del mundo siempre hemos mirado hacia arriba con asombro”
(p. 33). Es justamente a lo que obligan
todos los patios.
“Las paredes blancas pueden realzar un espacio
[pero] utilizar el color requiere una mayor dedicación” y “trabajar con la naturaleza en lugar de en
contra de ella es un buen principio” (p. 31)
pero que por lo contrario “una fachada repleta de formas y colores está,
por naturaleza, desordenada” (p. 35). Y junto a otras similares genera el feo
caos urbano de tantas ciudades de Latinoamérica, como Cali.
Aunque “el estilo de los edificios no ejerce un
impacto en el funcionamiento de una ciudad” (p. 51) “los estados totalitarios pueden reconocerse
por su arquitectura rígida” (p. 53). Mientras que “la repetición es fantástica,
siempre y cuando se mantenga dentro de ciertos límites” (p. 66) y “la
simplicidad exige una enorme variedad si hay que evitar ser banal” (p. 76) y
por lo demás “un edificio debe cuidar bien sus arrugas “(p. 76).
“No
existe otra forma de arte que se halle tan arraigada de manera natural a un
lugar como la arquitectura” (p. 78) por eso: “Busca el cambio, pero cuando este se ha conseguido, pierde su
poder” pues “la arquitectura que solo puede definirse en oposición a algo con
rapidez se convierte en agobiante” (p, 79). De otro lado “ningún edificio puede
evitar un primer plano” (p.81) lo que lo asimila equivocadamente a un cuadro.
“Por otro lado, las ¿???????? Hermosas son incluso
más bellas cuando vuelven a nosotros una y otra vez. La arquitectura
residencial siempre se ha basado en la repetición, y muchos diseños acaban por producir una
monotonía demoledora” (p. 83) “La diversidad de la naturaleza es imparable”
(p.86).
“El arte de diseñar el espacio tiene poca relación
con los cálculos [y] los parámetros más importantes de la arquitectura son el
hombre y sus sentidos.” (p. 89) pero “pocos arquitectos posen el talento para
diseñar sus edificios con la sencillez de lo vernáculo” (p. 94). “El reto
consiste en diseñar una forma válida” (99).
Lo que quiere decir que lo sea en su función, emplazamiento, construcción
y forma.
Comentarios
Publicar un comentario