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Ideas buenas, bonitas y baratas para mejorar el tráfico. 21.01.2012


Por supuesto que Cali necesita un par de verdaderas megaobras como una autopista urbana de Yumbo a Jamundí por el corredor férreo, dejando espacio para el ferrocarril y un tren de cercanías y sendas vías locales laterales. Y la unión de la Salida al mar con la Carrera 1ª y la Directa a Palmira. Y varias intervenciones  locales para eliminar cuellos de botella como el que hay en  la Calle 5ª por el Hospital Siquiátrico, que parece un embudo diseñado por los locos. Pero igualmente varias decisiones sencillas y muy económicas contribuirían de inmediato a mejorar el tráfico en la ciudad.

  Regularizar los carriles de las vías según su tipo,  darles continuidad y agregarlos o desagregarlos en lugar de dividirlos o juntarlos, y que los que están al lado de los andenes sean más anchos.

 Ampliar, regularizar y arborizar los andenes y liberarlos de obstáculos, y dejar los policías acostados    solo en las esquinas, justo en la línea de pare, y si es del caso volverlos pasos pompeyanos.
                                                                                                                                                          Eliminar los estacionamientos de taxis y las entradas a grandes parqueaderos  en las vías principales, y que los centros comerciales hagan una calzada con ese propósito dentro de su propiedad.

Volver a los sentidos contrarios en las vías con dos calzadas o,  en caso de necesidad comprobada, y si es posible, eliminar el separador. Y procurar que se alternen los sentidos en las vías paralelas.
                                                                                                                                        
Permitir estacionar en línea solo a un costado de las calles y alternarlo periódicamente, cada mes por ejemplo, y prohibir terminantemente hacerlo en las vías principales, e incluso prohibir parar en ciertos sectores.

Cambiar las flechas en las fachadas señalado el sentido las calles por señales de “no entre” en las bocacalles, utilizar más el “ceda el paso”,  que el “pare” sea total, y eliminar el “cruce a la derecha en rojo”.

Disponer en los semáforos un espacio para las motos y bicicletas antes de los pasos peatonales, y que estas circulen solo por el carril derecho y en fila, o por lo menos pensar que si en otras partes pueden ¿por qué aquí no?

Incrementar progresivamente las multas a los buses que paren en sitios diferentes a los paraderos, e inmovilizar a los reincidentes, y prohibir a los taxis parar en zonas de gran congestión.

Crear un comité asesor de la Secretaria de Tráfico y Transporte, conformado por las instituciones que tienen que ver con el tema y conocedores del mismo como el ingeniero Carlos Gonzáles y el arquitecto Juan Marchant.

Instruir semanalmente por los medios a los conductores y peatones respecto a todo lo anterior por un tiempo suficientemente largo, utilizando los mismos recursos de propaganda que usan para vendernos más carros.

Estas ideas han sido reiteradas en ¿Ciudad? de El País, hace más de diez años, y uno en Caliescribe.com. Pero no nos interesa lo sencillo, experimentado, económico, diáfano y efectivo, pues no da cabida a la interpretación, la trampa, el abuso o el negocio, ni lo consideramos “moderno”.  Preferimos hacer obras aunque no sean bien pensadas y lo que se hace suele ser mal diseñado y construido, feo y costoso,  y no se concluye. Confundimos lo intrincado con lo inteligente y lo novedoso con el desarrollo. Preferimos hablar de movilidad que considerar ideas como estas para mejorar el tráfico.

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