Si la ciudad es como una casa grande y la casa una pequeña ciudad, como dijo Leon Battista Alberti, por eso se la puede planificar siguiendo el tratado del arquitecto romano Vitruvius, y su conocida triada: “construcción, función y forma”, partiendo del emplazamiento hasta la forma, y en sentido contrario hasta su equilibrio final. Que cada sector se analice como un todo y no apenas la suma de algunas de sus partes. Una planificación que corresponda a la geografía, historia y presente en cada sitio de una ciudad en crecimiento, para que convierta su relieve, vegetación y clima en un lugar construido para sus tradiciones, usos y costumbres. Que el emplazamiento de los nuevos sectores de la ciudad considere lo ya existente en ellos para que incida pertinentemente en sus funciones. Que los nuevos usos continúen los existentes alrededor o los complementen, y que cuenten con los servicios públicos y redes de movilidad necesarios. Que las condiciones físicas del terreno corre